Ingo Niebel
ELECCIONES REGIONALES EN ALEMANIA

Schulz no da alas al SPD mientras Merkel va viento en popa

Las recientes elecciones regionales en El Sarre han sido un primer test para las estrategias electorales de los partidos alemanes. Aún quedan otros dos comicios regionales antes de que en setiembre se celebren las generales. Angela Merkel ha superado con buena nota la primera prueba; su rival Schulz, sin embargo, la ha suspendido. Todo está en el aire.

Después de los comicios regionales en El Sarre, se ha puesto de nuevo en marcha la cuenta atrás para los estrategas de los partidos. El 7 de mayo se votará el Parlamento regional de Schleswig-Holstein y el 14, el de Renania del Norte-Westfalía. También los institutos de sondeos tendrán que afinar sus proyecciones porque solo acertaron los resultados de los cuatro partidos minoritarios, pero no los de la primera ni segunda fuerza política. Tal vez era imposible porque muchos votantes se decidieron en el último momento. Este hecho benefició a la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la ministro-presidente Annegret Kramp-Karrenbauer. Con el 40% de los votos, se impuso claramente al Partido Socialdemócrata (SPD) de Anke Rehlinger, que solo obtuvo el 29%.

La diferencia vuelve a marcar la distancia que la CDU mantenía sobre el SPD a nivel nacional antes de que los socialdemócratas nombrasen a Martin Schulz presidente de partido y candidato a canciller. Desde entonces, el SPD había logrado a acercarse a la CDU o, incluso, superarla, según las encuestas.

Los números evidencian que por el momento el «Schulzismo» no ha dado alas al SPD a nivel regional y que tampoco en Alemania había un clima de cambio, tal y como vaticinó el diario sensacionalista “Bild”. Este extremo tampoco fue advertido por los politólogos. El líder socialdemócrata reconoció este mal comienzo –comparándolo con «el gol que la CDU nos ha metido»– pero, por supuesto, no da por perdido el partido.

De todos modos, en un 67% la política regional determinó la intención de voto en el País de Sarre. El 80% de los encuestados se mostró contento con la política de la ministro-presidente y de su Gran Coalición. Desde el domingo, Kramp-Karrenbauer, apodada como la «pequeña Merkel», figura como sucesora de la canciller en caso de que esta última dejara la política.

A pesar del buen resultado, Merkel no puede dormirse en los laureles. Por un lado, dentro de la CDU se está reorganizando el ala conservadora que no está nada contenta con el supuesto «giro izquierdista» de su presidenta. Por otro lado, no puede ignorar los sondeos a nivel nacional, según los cuales, el SPD sigue pisándole los talones.

Además, mirando hacia Schleswig-Holstein, no parece probable, al menos por el momento, que la CDU pueda desbancar del poder al tripartito del SPD con los ecologistas Verdes y la minoría danesa. Un panorama parecido se da actualmente en Renania del Norte Westfalia.

Al mismo tiempo, el SPD y Schulz tendrán que definir con qué partido quieren gobernar en Berlín, porque no les sirve querer mantener todas las opciones abiertas.

He aquí donde el partido socialista Linke espera que Schulz diga si quiere realmente el cambio político y bajo qué condiciones. «Solo los votos para Linke son votos contra la Gran Coalición», manifestó al respecto Dietmar Bartsch, uno de los dos candidatos socialistas a canciller. El hecho de que su formación perdiera tres puntos, quedándose en el 13%, lo explicó su líder regional, Oskar Lafontaine, exministro-presidente del estado federal, con su menguante popularidad. Por lo general, Linke se sitúa entre el 4% y 9% en el oeste alemán.

El futuro de los dos gobiernos del SPD depende, por una parte, de su socio verde y, por otra, de los votos que podría obtener el Partido Liberaldemocrático (FDP), principal aliado de la CDU. Los Verdes cosechan actualmente sus peores resultados a nivel nacional porque también su cúpula prefiere mantener abiertas todas las opciones. Ambas formaciones lo tienen difícil para establecerse entre la CDU y el SPD.

Que en el País de Sarre la derecha de la CDU se haya vuelto a consolidar y que la xenófoba Alternativa para Alemania sea la cuarta fuerza con el 6% confirma la tendencia general. El hecho de que no haya logrado un resultado de dos dígitos se debe a conflictos internos, a su deriva ultraderechista y a las peculiaridades regionales.