Ernesto Valverde considera que el encuentro de esta noche ante el Villarreal será «un paso importante para quien gane», en tanto su homólogo Fran Escribá entiende que los tres puntos en juego «aclararán un poco las cosas» para quien se los lleve. De lo que nadie duda es que el resultado final, si cae de cualquiera de los lados, será un espaldarazo clasificatorio y moral para las siete jornadas que restan. Los leones no han ganado allí en sus últimas once visitas en Liga, pero ayer Txingurri se agarraba al 0-1 de la Copa del año pasado.

Un punto de separación entre ambas escuadras y enormes expectativas las que se abren para ambos en caso de victoria con la quinta plaza como premio, ya sea para apuntalarla o asaltarla. Los dos entrenadores no repararon en elogios a su rival, «equipo que mejor contraataque tiene de la Liga, difícil que pierda el orden, juega muy rápido hacia adelante y al que cuesta mucho hacer ocasiones de gol», decía Valverde del ‘Submarino amarillo’; «un equipo que me gusta mucho, tiene un gran juego directo y centros laterales que le hacen ser peligroso y complicado de parar» y ante el que «puedes controlar el partido y tenerlos lejos del área, pero con una salida al contragolpe te pueden complicar mucho el encuentro», respondía Escribá.

Dos conjuntos que llegan a este tramo con buenas sensaciones, un Villarreal que se repuso de su derrota en casa ante el Eibar con esa victoria en el Villamarín, pero sobre todo un equipo rojiblanco que, a juicio del técnico levantino, «es uno de los que mejor está acabando la temporada y es el rival directo».

«Más que tres puntos»

Estamos en la antesala de «un partido de más de tres puntos», como lo catalogó Escribá, en el que los protagonistas saben de sobra lo que hay en juego. Valverde habló ayer de que este enfrentamiento se ha convertido «en un clásico», porque «los dos estamos parejos estos últimos años, peleamos por las mismas cosas, y este año es igual». Incluso Escribá llegó a decir que «es un choque tan importante como ante el Real Madrid o el Barcelona», en un intento por invocar a la afición amarilla.

Txingurri espera un choque «con tensión», seguramente por lo que hay en juego, donde los suyos están sobreavisados de que cualquier pérdida puede resultar letal, teniendo en cuenta lo que le gusta jugar a la contra al Villarreal, la velocidad con la que arma su ataque, y la profundidad arriba de la pareja Soldado-Bakambu, que descansaron ante el Betis este martes. Citó a ambos arietes como a Bruno Soriano, «alrededor de quien gira todo y que da personalidad al equipo». Del mismo modo que Fran Escribá nombró «la velocidad de gente como Williams o Muniain» o «el gran momento» de Aduriz y la «pareja peligrosa» que forma con Raúl García.

La plantilla bilbaina está a plena disposición del entrenador, con el grupo totalmente comprometido con lo que se juega, la positiva inercia de que «venimos desde atrás adelante, recortando y escalando», con lo que la complicada visita llega en el mejor momento. «Cuando ganas todo encaja y las cosas cuadran», reconoció. Veremos cuál es el once de salida por el que apuesta Valverde, recuperando su alineación habitual con Balenziaga, San José y Williams, y si Lekue puede tener su oportunidad por Muniain. El Villarreal tiene su equipo de gala, descansado, con su habitual 4-4-2 que tan bien ejecuta, y llamando a la afición a «ganar un partido que se juega en las gradas». La quinta plaza está en juego.

Athletic domina, Villarreal contraataca

Ernesto Valverde confesó ayer que su equipo tendrá que tener mucho ojo con las pérdidas de balón en zonas de riesgo, porque el Athletic ya sabe cómo se las gastan los puntas amarillos. «La profundidad de Bakambu, rompiendo al espacio», la velocidad con la que Bruno Soriano articula el ataque tras robo, destacó ayer el técnico. Todo apunta a un choque en el que seguramente el Athletic querrá dominar el esférico, teniendo en cuenta que el Villarreal pasa por ser un equipo que no destaca por la posesión, sino que deja jugar, repliega bien, y lanza dentelladas a la contra. Un ‘Submarino amarillo’ que le gusta penetrar hasta el área y que no abusa del bombeo de balón, tanto que es el equipo de la Liga que menos centros pone, a la par que el Celta, y, para nada eso les hace menos peligrosos. No se trata tampoco de un conjunto que haga una especial presión al rival dentro de su propio campo, donde haya jugadores que destaquen por el robo de balón. Y si sobresale alguno en la medular, ese es Bruno Soriano, con unas estadísticas de intercepciones, pases y acierto en los mismos superiores, por ejemplo, a las de Beñat. Hay, en cualquier caso, un dato que llama la atención, y es que ambos mejoran su efectividad cara a gol y sacan mayor promedio de puntos cuando se enfrentan a rivales de la parte alta de la tabla. Hasta en eso, como en la clasificación, andan a la par.J.V.