EDITORIALA
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El tripartito de facto ya tiene sus presupuestos

Sin sorpresa ninguna, PNV y PSE aprobaron ayer los presupuestos de la CAV para 2017 gracias a la abstención del PP. Un acuerdo que solo parece agradar al PP. Al PSE el abrazo del oso le aprieta cada vez más y el PNV tiene difícil justificar acuerdos con el PP de Rajoy, un partido corrupto, retrógrado y antidemocrático a ojos de la mayoría de la sociedad vasca. El tripartito que a día de hoy gobierna de facto la CAV basó su defensa del presupuesto en un ataque constante a EH Bildu y Elkarrekin Podemos, los dos grupos de izquierda que se opusieron a la aprobación de estas cuentas.

De hacer caso a la argumentación de unionistas y jeltzales, la culpa de estas cuentas fue de ambos grupos de oposición, que malévolamente se negaron a aprobar nada. Eso ha condenado a los nacionalistas conservadores vascos y españoles a entenderse. Ellos no querían, pero EH Bildu y Elkarrekin Podemos les obligaron, como vino a decir Ortuzar hace ya un mes y ayer repitió la diputada jeltzale Josune Gorospe, en una irrisoria maniobra de distracción. La ecuación se desmonta por sí sola al ver cómo el tripartito tumbó todas y cada una de las enmiendas de la oposición, algunas de ellas perfectamente aceptables también bajo el prisma de Lakua. Pero el pacto estaba blindado, como –a falta de sorpresa mayúscula– estará atado también el apoyo del PNV a las cuentas del PP en Madrid. Ver venir.

Más allá de las justificaciones políticas que cada quien busque a sus actos, el hecho es que la CAV funcionará este año con unos presupuestos conservadores e inmovilistas que no servirán sino para profundizar unas desigualdades que crecen a gran velocidad también aquí. Unos presupuestos que reflejan la escasa voluntad de quienes ocupan Lakua de utilizar la administración pública para redistribuir la riqueza generada. La muestra más evidente, aunque no la única, es el recorte de la RGI, protagonista ayer en el Parlamento gracias a la tenacidad de los tres activistas que han mantenido una huelga de hambre de 19 días.