Andoni LUBAKI
MOSUL
Elkarrizketa
FAISAL JABER
JEFE DE UNA MILICIA SUNÍ QUE COMBATE AL ISIS EN MOSUL

«Los milicianos chiítas creen que todo se arregla con más religión»

Faisal Jaber es el jefe de la milicia suní más numerosa en Mosul que combate al Estado Islámico (ISIS). No le gusta que le llamen commander (comandante en inglés) ya que asegura no ser un militar, sólo un voluntario. Manifiesta luchar tanto contra el Estado Islámico como contra el sectarismo que ve que asoma en el horizonte.

Faisal Jaber estudió Arqueología en varias universidades, desde Irak hasta Malasia pasando por Jordania. Este hombre de 46 años, culto y calmado, se ha convertido en un jefe respetado por los milicianos suníes. Aunque no da el número exacto de voluntarios de que dispone, varias fuentes dicen que son 1.500.

¿Cómo llega un hombre sin preparación militar a convertirse en líder de una milicia en Mosul?

Las circunstancias. Durante años he estado viviendo fuera de mi ciudad natal, Mosul. Estudié Arqueología y trabajé para la UNESCO. También he sido profesor de Arqueología en Libia, Sudán y Arabia Saudí. Me especialicé en Navegación por Satélite. Estuve más de 10 años fuera. Pensé que la invasión americana sería el principio de algo mejor, aunque estuve en contra de la invasión y del embargo. Hablaba por teléfono con mi familia y siempre me explicaban lo que era vivir bajo la opresión que el Gobierno sectario de Bagdad impuso en la región. Controles por toda la ciudad que ralentizan el tráfico y te detienen para inspeccionar tu coche de manera arbitraria, humillaciones en público... Mosul estaba harta y yo notaba el descontento al hablar con mi familia. Al volver en 2006 vi que no exageraban. Negaban a los suníes incluso tener sus propios grupos de protección. Estuvimos tanto bajo control kurdo como de Bagdad. Las milicias chiítas estaban dentro del Ejército. Esos milicianos eran exprisioneros de la guerra entre Irak e Irán que tras la invasión volvieron y establecieron un Gobierno títere de Teherán. Siguen pensando que los problemas se pueden solventar desde un punto de vista religioso dictado por Al Mehdi (líder religioso chiíta). La llegada en 2014 del ISIS a Mosul fue celebrada por algunos vecinos.

¿Fue celebrada la llegada del ISIS por los vecinos de Mosul?

Sí. Sólo los primeros días. Luego vieron lo que empezaron a hacer y eso cambió. En los primeros días quitaron todos los controles y la gente respiró. Cogí el coche y me di una vuelta. Todo funcionaba: los bancos, la universidad, las escuelas. Una ciudad plena. Incluso pude hablar con yihadistas y saqué varias fotos de los edificios que tomaron.

Sacar las fotos fue un error, ya que me llamaron para ir a ver a un oficial del ISIS. Me preguntó qué hacía sacando fotos en la calle, a lo cual respondí que era por simple curiosidad y le enseñé las fotos. El jeque se fijó en mi reloj: con pulsómetro y GPS ya que me gusta correr maratones. Me preguntó por qué estaba apagado y contesté que sólo lo enciendo para correr. Me pidió que lo encendiera y apareció un dibujo de conexión a satélite. Pensó que era un espía y que estaba mandando las fotos por GPS. Intentaron decapitarme. Aún tengo la cicatriz. Tuve suerte y pararon. Me metieron en una cárcel donde todas las mañanas veía cómo decapitaban a gente. Mi familia intercedió y explicó que había estado mucho tiempo fuera y que no conocía la situación. Explicaron también el tema del reloj GPS, incluso enseñándole el manual del aparato. Me soltaron. Entendí que la opresión cambió de color, pero seguía siendo opresión.

¿Cuándo decidiste tomar las armas? ¿Entonces?

Tenía dos razones. Pensé que después de 2004 Irak viviría una nueva era y que sería mejor. Pero vi cómo las milicias chiítas trataban a mi gente. Incluso los kurdos iraquíes trataban mal a los suníes. Los míos habían perdido todo el respeto. Y estaba el tema de la corrupción de Bagdad. Ponían la excusa de que había yihadismo y que el dinero se gastaba en seguridad en vez de en infraestructuras. No era así, en la parte chiíta del sur (se refiere a Basora), donde no han tenido problemas con la seguridad, tampoco han invertido en infraestructuras. Había dinero, somos uno de los países más ricos del mundo. No sirve la excusa de que no hay dinero para infraestructuras. Esperaba que el sistema colapsara pero en estas vino el ISIS, que también es algo que se ha generado debido a la corrupción de Bagdad.

El momento exacto para tomar las armas fue el primer día de libertad después de mi encarcelamiento por parte del ISIS. Mi tío, que había estado negociando mi liberación, me explicó que si me quedaba en casa me volverían a arrestar. Escapé y decidí pasar a la acción.

¿Cómo es su batallón?

Surgió de la Movilización Tribal de Nínive, algo que se ha hecho gracias a los americanos. En la región el sistema tribal tiene mucho peso y los americanos sabían que sin el apoyo de las tribus la paz duradera no existiría. Somos la nueva Al Sahwa que funcionó desde 2006 hasta 2009. El problema fue que Bagdad dejó de dar dinero para pagar sueldos cuando los estadounidenses dejaron el país. Mosul es vital por ser una de las ciudades más importantes en la ruta que se quiere construir de China al Mediterráneo. Aunque en los alrededores todavía haya una cultura nómada, la ciudad puede ser muy importante en el comercio en esta parte del mundo. Asegurar su seguridad es primordial para el futuro de Irak. Debido a la falta de seguridad en la ciudad la gente no se mete en política. Es comprensible. Son las tribus de las afueras las que aportan gran cantidad de políticos y gente que le interesa el futuro de la región. Si estás en algún pequeño pueblo, todo el mundo te conoce y estás seguro, no así en la ciudad, donde Al Qaeda y ahora el ISIS pueden ejecutarte por participar en la política. Un ejemplo: dos tercios de los políticos de la región provienen de la provincia, un número muy alto en comparación con otras partes. Mi grupo no es sólo una milicia armada, hay una propuesta de futuro detrás. Por eso intenté no coger sólo gente de la provincia, sino también de la ciudad. En el Parlamento iraquí tiene que estar también representada Mosul, es por ello que digo que es una movilización cívica y no sólo tribal.

¿Cómo se creó ese batallón? ¿Cuáles fueron los pasos que se siguieron?

Me ofrecieron pasar unos días en la Zona Verde (zona de Bagdad donde está la Embajada de EEUU y en la que se supone que se está libre de ataques). Allí entré en contacto con políticos de Bagdad y diplomáticos y militares de EEUU. Me propusieron crear una milicia, ya que antes colaboré con ellos en materia de seguridad. Al principio Bagdad dio el visto bueno, pero luego cayó en los mismos errores que había cometido en el pasado. Nos dio la espalda. Empezaron a no pagarnos el sueldo. Para que no abandonaran la milicia, yo mismo pagué varias veces el salario a mis hombres. Aunque los americanos veían con buenos ojos que lucháramos frente a frente contra el Daesh, Bagdad nos lo impedía sistemáticamente. Según el Gobierno, sólo los autorizados lucharán: la Policía y la Armada. Pero las milicias chiíes entran en combate e incluso hacen incursiones en la ciudad, lo cual está prohibido. Es un escándalo. Las milicias de mayoría suní que luchamos contra el Daesh estamos atrapados por el sectarismo de Bagdad. Nadie sanciona a las patrullas de militares que portan antes las banderas chiítas que la nacional. Para no caer en ese sectarismo decidí nombrar a mi milicia Jonás. Es una figura que aparece tanto en el cristianismo como en el Corán. Desde el principio he decidido aunar las diferentes sensibilidades religiosas de la zona aunque la mayoría seamos suníes.

¿Qué labores desempeña su milicia?

Como no nos dejan entrar en combate (aunque tengamos entrenamiento y armamento para ello), hacemos las labores de seguridad en la zona. Buscamos células del ISIS que aún estén operativas. Hemos sufrido varios atentados. La gente confía más en nosotros, que somos conocidos, que en los militares que vienen de sitios como Basora. Eso nos hace estar en una posición ventajosa para terminar con el terrorismo en Mosul. Nosotros conocemos mucho mejor el terreno y la gente que las tropas iraquíes (ya sean Policía, ya sean militares del Ejército regular). Eso nos permite tener una posición ventajosa. Los estadounidenses lo saben y nos apoyan.