Koldo LANDALUZE
DONOSTIA

Los peligros que conlleva el periodismo en Irak

Diferentes organizaciones que promueven la libertad de prensa han denunciado la extrema situación de gravedad que padecen los periodistas en Irak. Según varios informes, el número de periodistas fallecidos mientras realizaban su labor oscila entre 178 y 299.

El Comité para la Protección de los Periodistas, también conocida como CPJ por sus siglas en inglés, es una organización independiente y sin ánimo de lucro cuya sede está Nueva York e incluye entre sus objetivos la promoción de la libertad de prensa y los derechos de los periodistas a nivel mundial. En su último informe relacionado con Irak, el CPJ ha sacado a relucir la situación extrema que padecen los periodistas en este país y que tuvo uno de sus episodios más conocidos el pasado 26 de febrero cuando Shifa Gardi, periodista y presentadora de la cadena Rudaw de la televisión kurda iraquí, perdió la vida a causa de la explosión de una bomba mientras informaba sobre las operaciones que el ejército iraquí realizaba en  Mosul, ocupada por Isis.

Según este informe, al menos 178 periodistas han muerto desde 1992. Una cifra inferior a la estipulada por el Observatorio de Libertades Periodísticas –una plataforma que promueve la libertad de prensa en Irak–, cuyos números señalan que la cifra se eleva a 299 el número de periodistas, trabajadores de medios y técnicos muertos desde 2003.

La diferencia entre ambas cifras se debe a que el CPJ solo contabiliza los casos confirmados de periodistas muertos mientras realizaban su trabajo. Por el contrario, el Observatorio de Libertades Periodísticas, incluye casos evidentes pero que no han sido confirmados. 

El informe elaborado conjuntamente por el Observatorio de Libertades Periodísticas y Reporteros Sin Fronteras entre junio de 2014 y comienzos de 2017, ha documentado el secuestro por parte de Isis de 48 periodistas, trabajadores de medios y estudiantes de periodismo en Mosul. De los secuestrados, 13 fueron ejecutados y 25 liberados gracias a la mediación de clanes y tribus, pero solo después de sufrir torturas y haber jurado no volver a practicar el periodismo. Otros diez se encuentran actualmente en paradero desconocido.