Pablo CABEZA
BILBO
Elkarrizketa
AITOR ETXEBARRIA
MÚSICO. AUTOR DE LA BANDA SONORA DEL DOCUMENTAL «MARKAK»

«En momentos se mezcla belleza con muchas rasgaduras electrónicas»

Para Aitor Etxebarria musicar la banda sonora del documental de larga duración «Markak», sobre el bombardeo de Gernika hace 80 años, fue un reto, pero menor de lo imaginado ya que su experiencia como El_Txef_A, propuesta electrónica internacional, durante diez años le ha otorgado la suficiente experiencia como para crear una obra sobrecogedora, hermosa, en cámara lenta, tecla a tecla.

Es la primera vez que de forma artística firma como Aitor Etxebarria. Sus diez años previos a esta delicada B.S.O. han sido para El_Txef_A, proyecto de música electrónica desde el deep house hasta el ambient y que sigue en activo. “Markak” ha sido un descanso rítmico o una modulación diferente de su amplia experiencia. Etxebarria lleva su conocimiento de los teclados, recursos de software e imaginación hacia una belleza inquietante. Las bombas y la desgracia se albergan en la mente mientras se solapan las imágenes de Gernika, según relato de Hannot Mintegia, pero el músico de Gernika resuelve los diferentes apoyos musicales con comedidas exposiciones de teclados, sintetizadores, efectos, cuerda, acústica, voz... Envolturas ensimismadas que viajan en el tiempo cubiertas de tragedia, rubor y beldad. Todo compatible.

“Markak” se publica en vinilo, con un código interior para descarga digital a buena calidad. Se edita desde el propio sello del autor Forbidden Colour y lo distribuye la alemana Kompakt.

En casa de los aitas de Etxebarria siempre se ha escuchado música, por lo que desde pequeño comienza a tocar percusiones incluso con tenedores. Termina, finalmente, estudiando percusión, piano y solfeo. Aunque estima que fue su hermano Hibai quien le impulsó para que estudiase música.

«Cuando empecé a escuchar las primeras cosas que venían de Alemania con las pioneras tendencias del minimalismo ambiental aluciné. En la tienda Cybertech de Bilbao tenían bastante de ese rollo y me enganché seguido. Tendría unos 18 años cuando comencé a escuchar las primeras producciones que me hicieron sentir que había un culto muy potente en todo esto», explica Aitor Etxebarria, de pelo ensortijado.

«Sigo viajando y tocando mucho. Ahora he hecho un paroncito debido a este trabajo y su posterior repercusión, pero ya en mayo vuelvo a empezar a viajar y tocaré en ciudades como París, Nueva York, Miami, México DF, Bilbao...». Un recorrido con parada en uno de los mejores expositores posibles para su apuesta, el internacional festival Sónar de Barcelona: «Estamos muy ilusionados con la presentación y con la banda al completo. Además, en el que para mí siempre ha sido el festival de investigación sonora y música contemporánea por antonomasia. Me acompañarán Hibai Etxebarria (piano), Hasier Oleaga (batería), Jatsu Argarate (bajo), Hannot Mintegia (guitarra), Leire Pikabea e Itziar Lertxundi, (violín y violonchelo)».

Hannot Mintegia, director del documental y músico: «Él conocía a Audience [grupo donde tocaba Hannot] y por medio de una amiga en común fuimos haciéndonos amigos y en seguida me propuso cantar en un tema de su primer disco. Los dos quedamos muy contentos, tanto con el resultado como con el proceso. Después ofrecimos un par de conciertos con formación de banda. Ya cuando estaba con la preproducción del segundo disco, nos fuimos una semana a Berlín a grabar unos temas que tenía y probar unas ideas con unos productores de la ciudad. Fue otra vez una gozada tanto por el trabajo como por la experiencia vital en general».

Mintegia, cada vez más volcado en lo visual, vuelve a coincidir con Etxebarria en el documental “Jai Alai Blues”. «Para esta banda sonora Aitor compuso dos temas y en otros aportó arreglos y diversas texturas sonoras. Me encantó trabajar con él. Tiene una sensibilidad enorme. Enseguida entiende qué es lo que quieres y te propone motivos. Es fácil realizar cambios y ajustes. Me gusta mucho como apuesta por la elección de pocos elementos consiguiendo, a la par, que tengan mucha fuerza».

Aitor lleva una década grabando bajo el seudónimo El_Txef_A, con el que ha conseguido un nombre reputado internacionalmente tanto como músico, compositor y productor. Cabe preguntarse si es el momento de la bifurcación o solo se trata de una experiencia puntual con “Markak”. «Soy una persona muy impulsiva. Me suele pasar que ante cambios muy importantes, quizá la acción en sí la llevo a cabo sin pensarlo demasiado y luego reflexiono sobre por qué lo he hecho. Cuando me llegó la oportunidad de trabajar en esta mi primera banda sonora original para cine, desde el comienzo sabía que lo iba a firmar como Aitor Etxebarria. Utilizar por primera mi nombre me ha hecho percibir sensaciones que no había experimentado hasta ahora. Se han abierto puertas, sentido energías diferentes cerca de mí. No cierro ninguna posibilidad ahora mismo».

Hannot Mintegia y Aitor Etxebarria no se cruzan casualmente en esta colaboración. A Mintegia le encontramos en sus dos primeros elepés. «You left us in this phisical world» (2012) es un corte extraordinario y ya tiene piano de fondo. Es un corte desgarrador, un preámbulo de la actualidad.

En cuanto a “Markak” el proceso de creación difiere del habitual, puesto que comienza a componer antes de contar con las imágenes, que luego serán también su apoyo. «Sabiendo la temática principal tras varias reuniones con Hannot comentándome lo que quería transmitir, ya empecé a trabajar con varios borradores, pero siempre con la mente puesta en Gernika».

Etxebarria ha revisado piezas de carácter industrial como “The last amethyst deceiver”, de Coil, se mueve en general por experiencias con peso ambiental, que a veces rueda en bucle rítmico, también cuenta con composiciones frágiles, etéreas. Recordamos una preciosa «Mugarrirantz» junto a Napoka Iria. Apuntes que suponen claves para entender cómo resuelve con tanta elegancia y sensibilidad “Markak”. «Lo que de verdad me dio mucha confianza es que Hannot me comentaba que él creía mucho en mí y que sabía que era la persona adecuada para esta obra. Cuando le pasé los primeros borradores y vi que le encajaban perfectamente en cuanto a colores, ritmo y sensaciones, me quedé más tranquilo y solo puedo decir que he disfrutado como nunca con este trabajo. Sabía que me sumergía en algo nuevo, pero también era consciente de que muchas de mis producciones siempre han tenido una parte muy humana. Tenía claro que iba a ser algo muy ligero lo que quería grabar, pocos elementos y mucho silencio entre acorde y acorde».

Un proceso que parece una paradoja: belleza y destrucción con odio sobre Gernika. Drama y fragilidad desde los surcos. «Es cierto, en muchos momentos se mezcla belleza con muchas rasgaduras de instrumentos más electrónicos como el Reaktor [laboratorio de sintetizadores y multiefectos]».

“Markak” es la simbiosis de la electrónica actual con el sonido acústico, la voz puntual y la intriga de los espacios. No hay necesidad de ruidos, ni explosiones para describir el dramatismo de aquel cruel bombardeo. «En el documental me gustaba crear sensaciones, que el público las interiorizara desde la primera impresión. No quería meter y meter arreglos, lo que pretendía era que cogiesen aún más fuerza por sí mismos, sin muchos ropajes».