El diputado de Hacienda de Araba, José Luis Cimiano, anunció ayer que los gobiernos forales de los tres territorios históricos de la CAV presentarán «después del verano» un paquete de medidas tributarias para «mejorar y ajustar» la normativa fiscal. El objetivo es que los cambios puedan entrar en vigor el próximo 1 de enero. Cimiano hizo este anuncio en una comparecencia ante las Juntas Generales en la que expuso los resultados del análisis efectuado por la Diputación alavesa sobre los resultados de la última reforma fiscal, aprobada en 2013.

El diputado aseguró que aquella reforma «ha cumplido los objetivos» previstos, dado que ha permitido aumentar la recaudación y «sostener» los servicios públicos, mientras que no ha supuesto un «menoscabo» para la competitividad de las empresas del territorio. Pero observando más al detalle, lo cierto es que la Hacienda alavesa ha aumentado su recaudación por IRPF en 46 millones de euros en dos años mientras que, por el contrario, esa reforma ha sido «neutra» en lo que respecta al Impuesto de Sociedades, según dijo Cimiano.

Muy distinta es la valoración de EH Bildu. «Negamos la mayor, los cambios realizados en 2013 no han funcionado», manifestó el portavoz soberanista en las Juntas Generales, Kike Fernández de Pinedo.

Respecto al IRPF, subrayó que «se está apuntalando un sistema que ni es justo ni es progresivo, que está provocando que el peso de la recaudación recaiga en las rentas de trabajo, en las rentas medias y bajas». También insistió en la necesidad de crear un impuesto que grave los beneficios empresariales y poner límites a las deducciones fiscales. «Todo ello, sin olvidar la necesidad de implementar un impuesto que grave las grandes fortunas», añadió.