Joseba VIVANCO
Athletic

Y así hasta el final

Los rojiblancos sufren para sacar adelate un partido que debieron resolver antes por ocasiones pero donde acabaron pidiendo la hora.

ATHLETIC 2

BETIS 1

 

El realista cedido en el conjunto bético Rubén Pardo ajustó el nudo de la corbata a San Mamés a falta de cinco minutos, con un remate que se fue fuera cuando casi todos lo veían dentro. Acabó el Athletic sufriendo con ese ajustado 2-1 que le dio a la postre los tres ansiados puntos, no exentos del sufrimiento que es y será cada partido de aquí al final. Pudo haber solventado antes, pero acabó pidiendo la hora, la cartera y hasta la dote. Y todo porque este equipo no sabe gestionar resultados favorables. Le cuesta horrores, lo mismo que le sigue costando hacer goles, como demostró su máximo artillero anoche, Aduriz, negado salvo desde los once metros.

El Athletic, con Susaeta por Williams en el once como principal novedad, saltó al campo como el propio día, invernal, frío, ante un Betis agitador de inicio cuya alineación habría levantado los pitos del Villamarín desde la misma salida del túnel de vestuarios. Revolcón de Víctor Sánchez dejando a muchos titulares en el banquillo y liderados por el arte del prometedor Dani Ceballos. Les costó a los rojiblancos entrar en calor, percutiendo por banda derecha de la mano de un inspiradísimo Susaeta, aunque fue Aduriz el primero en avisar y Jonas en responder. A falta de nada que rascar, la grada se entonó con las primeras decisiones del colegiado y minutos después con la llegada al estadio, a los veinte minutos, de un grupo de hooligans béticos exhibiendo enseñas rojigualdas y otras lindezas. Entre uno y otro, la primera de las ocasiones cristalianas que malogró Aduriz, sombrero a dos defensas mediante, para perder toda la ventaja en el regate ante Adán. Esa y una jugada posterior entre De Marcos y Susaeta que acabó con el alavés rematando a la madera, fue todo el peligro serio que generó un Athletic atascado, que por dentro no encontraba huecos y cuando lo hacía por el carril diestro sus remates apenas llevaban peligro para el portero andaluz.

Descanso en un frío partido de una fría tarde-noche, bocata en las gradas donde se igualan athleticzales de toda condición y ‘neonazis’ de vocación, y con el estómago lleno, en dos chispazos consecutivos, el Athletic no solo se metió a la grada en el bolsillo sino que se puso en ventaja en el marcador. Primero Susaeta en una jugada individual que levantó a la gente de sus asientos, y acto seguido un penalti sobre Aduriz y gol del donostiarra desde los once metros.

San Mamés entró en ebullición y el equipo se contagió. Y ahí apareció Iker Muniain, que primero lo intentó desde fuera del área, osado él, como su llegada al centro de Raúl García para de un saltito rematar de cabeza al fondo de la red. En solo siete minutos el Athletic había dinamitado el marcador y ¿cerrado el encuentro? No. Al Athletic le cuesta candar los partidos y ayer no fue menos. El gol bético, tras un deficiente rechace de Kepa, silenció el estadio. Se rehizo el equipo, volvió a sufrir con los ‘jugones’ Joaquín, Pardo y Ceballos, la volvió a tener clara Aduriz, se fue a por el tercero y acabó pidiendo la hora. Carrusel. Y así será hasta el final.

 

Un agredido por varios «hooligans» béticos

Al grito de «¡Tú Gabilondo! ¡Tú eres proetarra! ¡Arriba España!», un ciudadano fue agredido en plena Plaza Nueva, a mediodía, por varios ‘hoolligans’ béticos, convirtiéndose de inmediato la grabación en viral y generando un aluvión de denuncias en las redes sociales. En la grabación, un joven se acerca a un hombre sentado en la terraza, le echa un vaso de bebida por encima, y le da un puñetazo y una patada, antes de que el agredido huya. En el vídeo aparece un conocido y peligroso hincha bético, el cual habría llegado a la capital bilbaina en un autobús fletado desde Sevilla, algo que según algunas fuentes consultadas por este diario se conocía desde el pasado lunes y, aún así, la Policía no controló a estas personas. La Ertzaintza informó que la tres personas participantes en la agresión fueron identificadas pero el atestado se cerró al no querer denunciar la víctima. El Betis condenó los hechos de los mismos hooligans que apoyaron a Rubén Castro y Zozulya.J.V.