Arturo Puente
Periodista
JO PUNTUA

Buenos para Euskadi

Las leyes de presupuestos siempre tienen dos dimensiones. Una intrínseca, como mapa de la política económica de un gobierno, y otra como termómetro coyuntural que mide la salud del Ejecutivo, su capacidad parlamentaria y su política de alianzas.

Respecto a la primera, el proyecto presupuestario de Montoro se puede describir como el propio de un alumno aventajado de las políticas de austeridad europeas y que vende una recuperación que no se cree ni él. La contención del gasto público conllevará un ajuste de 14.000 millones. Europa urge. Cualquier parecido entre estas cuentas y una sensibilidad mínimamente social es casualidad.

Respecto a la segunda pata, la coyuntural, el presupuesto de este año llega con el Gobierno de Rajoy en minoría parlamentaria y en medio de tantos escándalos que es difícil elegir por donde empezar.

El caso Lezo, que ha destapado un enorme cráter corrupto en la Comunidad de Madrid que alcanza a los principales dirigentes del partido. El caso del presidente murciano. La operación de espionaje y fabricación de escándalos contra independentistas en Catalunya. Las revelaciones sobre la manipulación de la Justicia por medio de la Fiscalía. La guerra de policías. En resumen, la corrosión de la mayoría de los aparatos del Estado a mayor gloria del Gobierno.

En este escenario doble, cuentas antisociales y un Gobierno comido por los escándalos políticos y judiciales, el PNV anunció este viernes que negociará la ley presupuestaria del PP, preámbulo de sus votos favorables. «Vemos posible cerrar un buen acuerdo para Euskadi», aseguró escueto el grupo vasco en el Congreso.

El PNV va a tener que explicar bastante mejor para quién en Euskadi, exactamente, serán buenos estos presupuestos. No para las clases trabajadoras y medias, desde luego, pero tampoco para los ciudadanos que ven con pasmo los excesos de un Gobierno acorralado por la corrupción y los excesos. Euskadi, para el PNV, debe de ser el resto de gente, a los que no le importa nada de lo anterior. Idea diminuta de país para quien más asegura defenderlo.