El Real Madrid hizo fuera de casa los deberes que dejó a medias en su cancha. La mayor veteranía de la plantilla que dirige Pablo Laso se hizo patente en los dos partidos jugados en el Volkswagen Arena. Por 78-89, los merengues se cuelan para la Final Four, certificando el 1-3 en su ronda, y que sea Pablo laso otra vez el «delegado exbaskonista» en la cita de Estambul.

Excepto Wanamaker, autor de 25 puntos, el resto de los jugadores del Daçka rindió por debajo de su nivel. Salvo en el 12-11, fruto de un parcial de 7-0 culminado con un mate de Moerman, los de David Blatt fueron a remolque en el marcador, siempre cerca del Real Madrid, pero incapaces de dar respuesta al ritmo impuesto por los de Laso.

Una vez más, Sergi Llull destapó lo mejor de sus cualidades en el arranque y el sprint final. Un total de 17 puntos y 5 asistencias para el base balear marcaron la diferencia. Y cabe destacar el capítulo de asistencias: 21 pases de canasta de los madridistas, con Llull y Doncic al frente, para que cinco jugadores encestaran un mínimo de 11 puntos.

Los merengues llegaron al descanso ganando 38-45, pero fue en el tercer cuarto cuando decidieron el choque, al conseguir un parcial de 20-27, silenciando al Volkswagen Arena con el 58-72 al inicio del cuarto final.

A puro amor propio, con Wanamaker y Clyburn como puntas de lanza, Darussafaka Dogus intentó una última remontada, pero cinco puntos seguidos de Llull en el minuto final supuso el remate de una serie en el que los de Laso demostraron mucha capacidad de sufrimiento.

Olympiacos volará al desempate

La eliminación por 0-3 de Panathinaikos ante Fenerbahçe trajo el castigo de la plantilla por parte de su presidente de regresar de Estambul a Atenas en autobús. La «divertida» anécdota tiene, con todo, el corolario del «motín» de varios jugadores atenienses: Mike James, Antonis Fotsis o Chris Singleton se plantaron ante la pataleta del estrafalario Dimitris Giannakopoulos, y volaron a Atenas por su cuenta y riesgo.

Olympiacos, en cambio, podrá volver en avión con la conciencia de haberse librado de una buena. El 21-14 del final del primer cuarto no presagiaba el 62-74 final, resultado con el que los «rojos» del Pireo fuerzan el desempate ante Anadolu Efes.

Salvo Jayson Granger, el resto de los pupilos de Velimir Perasovic tuvieron un día aciago, incapaces de responder cuando Olympiacos reaccionó. Si al descanso se llegaba con 38-35 para Efes, a partir del tercer cuarto el partido fue totalmente heleno.

Sin llegar a sus mejores números, Spanoulis agarró el toro por los cuernos y lideró la remontada de los portuarios de Atenas, con 18 tantos y 5 triples. Eric Green y Printezis secundaron victoriosos al «mago de Larissa» camino al aeropuerto.