GARA
Bruselas

La UE apoyaría el ingreso automático de una Irlanda reunificada

Los veintisiete socios de la Unión Europea, sin Gran Bretaña, apoyaron ayer la petición de Dublín para que el norte de Irlanda pase directamente a formar parte del bloque comunitario en el caso de la reunificación de la isla. Los países miembros de la UE acordaron por unanimidad su «firme» estrategia para los dos años de negociaciones del Brexit y subrayaron su unidad de cara al primer proceso de divorcio en su seno.

Los Veintisiete aprobaron ayer las orientaciones y líneas rojas de la futura negociación sobre el Brexit, que fijan como prioridades el respeto a los derechos de los ciudadanos tanto europeos como británicos, la factura a pagar por Gran Bretaña por su salida de la Unión Europea (UE) y la frontera entre la República de Irlanda y el norte de Irlanda. Los socios comunitarios apoyaron la petición de Dublín para que el norte de Irlanda &bs;pueda reincorporarse al bloque si vota en referéndum su unión con la república irlandesa.

El primer ministro irlandés, Enda Kenny, admitió que si los habitantes del norte de Irlanda deciden en un referéndum la reunificación de la isla, como contempla el Acuerdo del Viernes Santo, la UE reconocerá a todo el territorio como Estado miembro.

«Todo está relacionado con el Acuerdo del Viernes Santo, donde se dice con claridad que los seis condados (del norte de Irlanda) permanecen en Reino Unido hasta que sus habitantes decidan algo diferente por medios democráticos en un referéndum que solo podría convocar el ministro de Reino Unido para Irlanda del Norte», afirmó el mandatario tras la cumbre en Bruselas.

No obstante, añadió que en la actualidad no se cumplen las condiciones necesarias para celebrar esa consulta.

Toda la isla como miembro

«El valor de la decisión adoptada hoy –por ayer– es que, si en algún momento del futuro se convoca el referéndum y el pueblo de Irlanda del Norte toma la decisión (de la reunificación), no solo se reconocería el resultado, sino que el Consejo Europeo aceptaría a toda la isla como parte de la Unión Europea», agregó Kenny.

Kenny se mostró satisfecho de que las directrices negociadoras sobre el Brexit apoyen «los compromisos y beneficios del proceso de paz» y se mostró a favor de evitar una frontera «dura» que divida la isla una vez consumada la salida de Londres de la UE. Por eso, asumió que hará falta «imaginación» para dar una solución a la línea divisoria.

«Se han quedado cortas»

Sin embargo, el presidente de Sinn Féin, Gerry Adams, afirmó que las «líneas rojas» negociadas por los Veintisiete «se han quedado cortas» y responsabilizo de ello al Gobierno de Kenny. «Si el Gobierno irlandés no logra un acuerdo mejor para Irlanda en estas negociaciones, las implicaciones para la economía y para el Acuerdo del Viernes Santo serán profundas», advirtió. «Hay apoyo a Irlanda en Europa, pero el taoiseach (primer ministro) no ha conseguido aprovecharlo», apostilló.

Adams ha reprochado a Kenny que no haya defendido la necesidad de este referéndum y subrayó que Sinn Féin defiende la continuidad de norte de Irlanda en el seno de la UE con un estatus especial.

En la cumbre europea de ayer, los Veintisiete subrayaron su unidad de cara al divorcio y marcaron directrices y «líneas rojas».

El bloque ha hecho del respeto de los derechos de los cerca de cinco millones de ciudadanos tanto europeos como británicos afectados por el Brexit –unos 4,5 cinco millones de personas– su principal prioridad y reclama el acceso a la «residencia permanente» tras «cinco años de residencial legal» ininterrumpida y el establecimiento de procedimientos «ligeros y sencillos» para poder ejercer sus derechos.

La otra cuestión fundamental es la factura a pagar por Reino Unido por su marcha, que fuentes europeas cifran en hasta 60.000 millones de euros.