Joseba VIVANCO
Athletic

Con todos «vostedes», el Athletic

Partidazo de los rojiblancos, que maniataron al Celta, le dejaron sin balón y apuntillaron con dos goles de Raúl y la guinda de Rico.

CELTA DE VIGO 0

ATHLETIC 3

 

El Athletic viajaba cuatro días después a Lisboa para vérselas en semifinales de la Europa League con los otros ‘leones’, los del Sporting de Portugal. Pero antes, en la vieja Catedral, afrontaba la molesta visita del Mallorca entrenado por ‘Jokin’ Caparrós. El once rojiblanco de ese día en Liga fue el formado por Iraizoz en la portería, Iraola, Javi Martínez, Amorebieta, Aurtenetxe en defensa, Iturraspe y Herrera en la medular escoltados por los De Marcos, Susaeta e Ibai Gómez, con Fernando Llorente en ataque. Un once de gala, sin dejarse nada en la gatera, sin saldos ni rebajas. Bielsismo puro. A lo loco se vivía mejor. Eduardo ‘Toto’ Berizzo demostró ayer ser un discípulo del rosarino pero más en la línea del incrédulo Santo Tomás que de San Pedro caminando sobre las aguas, así que optó por tentarse la ropa y poner en liza un equipo ‘subtitular’, repitiendo solo tres de los fijos en el Pizjuán, y que fiel a la idiosincrasia gallega no se sabía si iba o venía. Todo lo contrario del Athletic. Que fue con todo. Sin caretas, a pecho descubierto, dejando claro desde el pitido inicial a lo que venía. Y vino, vio y venció. Partidazo de los leones, tanto en lo colectivo como en lo individual, en defensa y en ataque, solidarios, que dejaron sin su principal oxígeno, el balón, a los gallegos, que presionaron hasta convertirse en sombras de los celestes en su tercer partido en una semana y que se encomendaron a ese pistolero llamado Raúl García para sentenciar con dos goles. Después, llegó el tercero de Mikel Rico para despejar meigas y trasgos.

Un Celta que tiene desde hace días los cinco sentidos puestos en este próximo jueves, en esa visita histórica del Manchester United en la ida de unas semifinales europeas, esas que el Athletic del ‘Loco’ superó y luego desperdició en Bucarest, irá a hacer cinco años. «This is afouteza» impregna desde este fin de semana el día a día celeste de la ciudad. Enseñarle al mundo su significado. «O teu lema é nobre xogo, afouteza e corazón», que corea la grada de Balaídos. Afouteza, valor, osadía, chulería sana, ‘aquí estamos nosotros’, el Celta de Vigo. O significado de afouteza. Envidia bienintencionada de la vivencia de la que están disfrutando los amigos celtiñas, la salida más amable y masiva para la afición rojiblanca junto a la de Vallecas, que no dudó una vez más en desplazarse desde el Botxo para arropar a los de Ernesto Valverde. Y a fe que disfrutó con sus jugadores.

La misma fe que mueve a los rojiblancos en este arreón final de temporada. Convencidos desde el minuto uno como anoche de que los tres puntos se venían para la capital bilbaina, por lo civil o por lo criminal, pero lo hizo siendo mucho mejor que su rival jugando a fútbol, al que primero maniató, impidió que jugara limpio con esa presión titánica liderada por San José y secundada por sus compañeros, y después lo noqueó con las diagonales y conducciones de un Muniain convertido en padre, hijo y espíritu santo, la verticalidad felina de Williams y el saber estar en el sitio exacto para cazar lo que mueva de Raúl García.

Del minuto uno al noventa

Del minuto uno al noventa. Los bilbainos fueron dueños y señores devolviendo al Celta el repaso que le propinó en el partido de la primera vuelta en San Mamés, pero con la sustancial diferencia que esta vez el Athletic se mostró certero cara a gol. Hizo tres y pudieron ser más. Porque por momentos los leones se volcaron sobre la meta de un Sergio que fue de lo mejor entre los locales. Y eso que costó pisar el área gallega con peligro porque durante el primer tramo de encuentro el empuje y dominio visitante moría frente al área rival. No fue hasta el minuto 20 cuando Raúl García puso de verdad a prueba al cancerbero gallego, en un pase atrás de Lekue, la novedad del once de Valverde junto a la asuencia de Aduriz y la responsabilidad para Williams en la punta de ataque. Un control del juego sustentado en una posesión de la pelota y una presión agobiante al rival, que casi siempre se veía obligado a recibir de espaldas en la medular, incómodo y que no encontraba, ni encontró jamás, huecos ni espacios en la sólida pareja Yeray-Laporte, la más entonada ahora mismo de la Liga. Sufrieron en un par de balones largos con una zaga tan adelantada, pero todo se enderezó pasada la media hora con el gol de Raúl aprovechando un córner.

Con ventaja en el marcador, lo más difícil estaba hecho. Incluso Williams mandó una jugada individual al poste. Un marcador no obstante corto, peligroso ante un Celta que si tenía la pelota se desplegaba bien, pero que zanjó de nuevo Raúl aprovechando una perfecta triangulación y zapatazo final de Williams que Sergio despejó.

Lejos de dar un paso atrás, el Athletic siguió fiel al planteamiento osado que le había traído a Balaídos, apretando a los rivales, yendo con fe ciega a por cada duelo individual y segunda jugada, corriendo sin descanso, hasta el punto que al Celta solo le dio de sí un disparo desviado en el minuto 78 de partido. Los leones, por contra, cerraron espacios, protegieron a un inadvertido Kepa, Williams fue un incordio constante y llegó el tercero, en la recta final, de un recién salido Rico. Zurdazo y a la cazuela. Cuatro victorias seguidas, equipo lanzado, con todos vostedes... el Athletic. Afouteza.

 

«Hemos dado un alto nivel tanto físico como técnico»

Ernesto Valverde asumió que «el partido tenía connotaciones especiales, nosotros nos jugamos mucho más que ellos», pero defendió que «aun así hemos hecho un buen partido, muy serios, nos hemos adelantando, hemos mantenido la presión alta sabiendo que la victoria era fundamental y hemos conseguido aumentar la ventaja. Luego, por detrás en el marcador, se ha notado que se jugaban mucho el jueves, lo que no quita –insistió– lo que hemos hecho nosotros, marcándoles el territorio y lo hemos conseguido. Generalmente en esas situaciones de presión nos movemos bien. El equipo ha tenido una buena respuesta, dando un alto nivel físico y técnico. Estamos contentos. Llegando al final y nadie afloja, y nosostros tampoco», reiteró el técnico, que por primera vez escuchó el «Valverde quédate» de los aficionados.J.V.

 

Raúl dedica la victoria a los aficionados

Raúl García, que suma su mejor registro goleador con una decena de goles, se mostró «contento con el trabajo del equipo, con una victoria que decicó a los que han venido a apoyarnos».

 

Josu Urrutia hablará en Ibaigane el jueves

El presidente rojiblanco, Josu Urrutia, comparecerá el jueves ante los medios de comunicación en su habitual rueda de prensa en Ibaigane, con el futuro Valverde como principal interrogante.