El Palacete de los Urangas, en Burlata, acogió ayer la presentación oficial de la candidatura de Santos para la secretaría general de Podemos. De esta forma, el actual diputado por Nafarroa en Madrid será el gran rival al que tendrá que batir Laura Pérez si quiere seguir liderando la joven formación. Aunque existe una tercera candidatura de un edil de Uharte, esta es abiertamente marginal.

Santos centró ayer su discurso en temas de corte organizativo. Se acusa, de algún modo, a Pérez de «hiperliderazgo», mientras que la alternativa se postula como una candidatura «coral». Lo cierto es que el aspirante a secretario general viene con potentes avales, empezando por la presidenta del Parlamento y otros nombres de peso que, en su día, apuntalaron la candidatura de Pérez. El tercer hombre fuerte es el concejal tudelano Dani López. La idea es que estas personas ejerzan también como portavoces de la formación morada. Santos compatibilizaría su labor de diputado en Madrid con la dirección del partido, por lo que necesita rostros permanentes en el herrialde. También quiere subrayar con esto una gestión más pegada a lo local y, en particular, a Erribera.

Lo que no cuestiona es la línea política del cambio. «Yo estuve en las negociaciones del Acuerdo Programático. Laura llevó a cabo algo histórico, pero ahí no estuvo solo ella, también estuve yo... y Ainhoa y toda la gente de su candidatura básicamente», manifestó Santos a este medio. En este extremo, el candidato es contundente: «El PSOE no es un actor de cambio en Navarra. No lo contemplamos. Apostamos por el cuatripartito y el Acuerdo Programático».

«La línea política no se discute, el problema es que la gente no participa en Podemos y no se han generado círculos. Eso lo sabe todo el mundo y se ha abierto este espacio que ha acabado convirtiéndose en alternativa», continuó.

Es la segunda vez que se abre un debate sobre el liderazgo de Podemos en un periodo de tiempo relativamente corto. Poco antes de las elecciones, Laura Pérez tumbó al entonces favorito de Madrid, Joan Josep Bosch, que había compartido lista con Pablo Iglesias en las europeas.

La pugna en Nafarroa llega tras una catarsis ordenada desde Madrid. Tras la batalla campal entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón en Vistalegre, las filiales del partido por territorios abren sus propios procesos internos. Pese a que Nafarroa tiene su propia dinámica y no es asimilable a la pugna madrileña, los diputados navarros (Ione Belarra en particular) se cuentan entre los cercanos a Iglesias.