Koldo CAMPOS
Escritor
AZKEN PUNTUA

Justicia que apesta

Sara Majarenas sigue secuestrada en Madrid junto a su hija Izar por la misma justicia que exige garantías a los presos gravemente enfermos de no demorar su muerte más allá de dos meses para cumplir la ley y ponerlos en libertad en el caso de que existan ya que el ministro niega semejante supuesto. Cada año mueren en las cárceles españolas 200 presos. Más que en Afganistán.

Ha pasado medio año desde que fueran encarcelados y acusados de terrorismo unos jóvenes de Alsasua tras un pleito a las puertas de un bar en las fiestas del pueblo por la misma justicia que deja en libertad al nazi que agrediera a un ciudadano en Bilbo, no obstante sus muchos y surtidos expedientes. Tres jóvenes de Rentería siguen presos y acusados de terrorismo tras unos simples incidentes ocurridos en Iruña por la misma justicia cuyos mentores políticos celebran y respaldan poner barricadas en las calles y pegarles fuego, asaltar comercios, lanzar explosivos, atacar a la policía, asesinar... en Venezuela.

Y mientras tanto, los fiscales van y vienen al gusto del corrupto de turno, se fabulan imputaciones, se «afinan» expedientes y el Fiscal Anticorrupción asegura perseguir la corrupción. ¿Y no es ese su trabajo? La justicia española apesta. España también.

(Euskal presoak-Euskal Herrira)