Joseba VIVANCO

Las finales están para disfrutarlas

Sí, sí, ya sabemos aquello de que al Alavés, y no es al único, el fútbol le debe una por ese entorchado que se le escapó en Dortmund, o eso de que quien dice que lo importante no es ganar es porque nunca ha ganado nada, o lo de que las finales están para ganarlas y no para jugarlas. Bla, bla, bla... Aquí está claro, y a los hechos nos remitimos, que el único que tiene un doctorado en lo de disputar finales y puede dictar lecciones es Special One Jose Mourinho, que lo ha demostrado esta semana con su primera Europa League y ganando de paso 14 de las 16 finales que ha dirigido desde el banquillo. En una final nadie ni nada te puede asegurar nada. Por mucho que estos días previos jugadores, hinchada y titulares de prensa ávida de vender más periódicos o ganar audiencia bombardeen con alegatos y arengas que harían palidecer al mismísimo Leónidas, nada garantiza nada. Puede suceder como al épico Alavés de ‘Mané’ ante el Liverpool, o como al empequeñecido Athletic de Marcelo Bielsa en Bucarest, o puedes adelantarte con gol de Gaizka Toquero y alcanzar un éxtasis que ni Santa Teresa de Jesús para luego darte cuenta de que todo fue un sueño húmedo... O puedes hacer historia y ganar. Todo es posible en una final. Por eso y por mucho más, que cantara Julio Iglesias, soy de los que piensa que para el hincha de a pie las finales están para disfrutarlas. Y no soy el único. «Uno no puede ser feliz cada vez que gana, creo que tenemos que encarrilar las cosas para verlas de otra perspectiva. Yo trabajo para ser feliz, primero de todo, y no para el reconocimiento. El reconocimiento es muy lindo, pero es una hora, porque al otro día tenés que entrenar para volver a ganar». Sabias palabras estos días de Mauricio Pellegrino. Sin peroratas. Viajen al Calderón o a la Araba Hiria, sigan la final desde un televisor o radio, disfruten como si no hubiera un mañana. Lo dice un bielsista convencido, se puede ganar o perder, pero lo que nadie te quitará es el tránsito. Y si ya David vence a Goliat... Entonces sería Glorioso... Disfrutémoslo.