El procesamiento a los jóvenes de Altsasu por la pelea con unos guardias civiles de madrugada queda en suspenso. Así lo ha decidido la Audiencia Nacional al haberse generado una «cuestión de competencia», ya que la Audiencia Provincial de Nafarroa considera que el caso es de su competencia. Esta discrepancia tendrá que ser resuelta por el Tribunal Supremo (TS).

La defensa de los jóvenes no es capaz de aventurar cuándo puede llegar este fallo del Supremo y, mientras tanto, tres de los procesados (Adur Ramirez de Alda, Jokin Unamuno y Oihan Arnanz) siguen en la cárcel. Sus abogados presentarán un nuevo recurso solicitando la libertad provisional ante la Audiencia Nacional, que ya la ha denegado en otra ocasión.

Definiendo el terrorismo

La clave de la disputa judicial radica en la consideración de los hechos. Es decir, de si se trata o no de un delito de «terrorismo». En un primer momento, la jueza de guardia así lo consideró y remitió el asunto a la Audiencia Nacional. No obstante, esa decisión fue recurrida y la Audiencia Provincial valoró que la juez se había equivocado y que, al no ser terrorismo, la pelea debía ser juzgada en Iruñea.

No obstante, la Audiencia Nacional había asumido ya el caso y continuó con la instrucción. Cuando le fue notificado el cambio de criterio por parte de la Audiencia Navarra, no aceptó la devolución de la causa, sino que mantuvo la tesis de que sí se trataba de un delito de terrorismo. De ahí que sea necesaria la intervención del Supremo para arbitrar. Mientras el TS no resuelva sobre el asunto, la liberación de los jóvenes seguirá en manos de Madrid.