«Nos hemos dicho todo. Compartimos desacuerdos pero al menos los hemos tratado», afirmó el presidente francés, Emmanuel Macron, al término de su encuentro con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en el palacio de Versalles, en el que se ambos mostraron directos en sus críticas mutuas.

Macron recuperó las «líneas rojas» que había trazado el expresidente de EEUU, Barack Obama, sobre la guerra siria. «Existe por nuestra parte una línea roja muy clara, la utilización de armas químicas, por quien quiera que sea», advirtió, «Cualquier utilización de armas químicas será objeto de represalias y de una respuesta inmediata, en todo caso por parte de los franceses», insistió. Pese a todo, Macron expresó su deseo de reforzar la colaboración con Rusia, especialmente en la «lucha contra el terrorismo». El presidente francés se pronunció asimismo a favor de «una transición democrática» en Siria, pero «preservando un Estado sirio». Por su parte, Putin quiso mostrar su firmeza en el rechazo a las sanciones contra su país por la intervención en Ucrania. «Me ha preguntado cómo podrán ayudar las sanciones contra Rusia a solucionar la crisis en el este de Ucrania. Y ésta es la respuesta: ¡de ninguna manera!», afirmó. Macron respondió que «en los próximos días o semanas» se organizará un diálogo entre Rusia, Alemania, Estado francesa y Ucrania para evitar una escalada de tensiones.

«Sputnik y Russia Today actuaron como órganos de propaganda»

Emmanuel Macron justificó su veto durante la campaña electoral de las presidenciales francesas a dos medios de comunicación rusos, el canal de televisión Russia Today y la agencia de noticias Sputnik. Los acusó de haber actuado como «órganos de influencia y propaganda» en su contra, por cuestionar su sexualidad y sus vínculos con las altas finanzas. «Russia Today y Sputnik difundieron falsedades sobre mi persona y mi campaña. Así que consideré que no debían tener acceso a mi cuartel general. Es grave que medios extranjeros hayan interferido difundiendo falsedades. Esos dos no se comportaron como órganos de prensa, sino de propaganda mentirosa», atacó Macron, con Vladimir Putin a su lado.

Por su parte, el presidente ruso justificó haber recibió a la candidata ultraderechista francesa, Marine Le Pen, durante la campaña electoral, y señaló que las ideas de ésta sobre la identidad europea «no están desprovistas de fundamento». «Si Le Pen nos pidió ser recibida, ¿por qué no íbamos a hacerlo? Tanto más cuando ella misma siempre ha trabajado por las relaciones entre nuestros países. Eso no quiere decir que hayamos intentado influir en el resultado de las elecciones», argumentó.

También minimizó las acusaciones según la cuales piratas informáticos rusos se infiltraron en la campaña de Macron. «Tal vez fueron hackers rusos, tal vez no», afirmó.GARA