GARA
MADRID

Uribe pone de manifiesto la doble moral de Madrid en Colombia y en Euskal Herria

El expresidente de Colombia Álvaro Uribe reconoce que le dolió que el Gobierno español, el mismo Ejecutivo que da la espalda a la resolución del conflicto vasco, haya avalado el acuerdo de paz con la FARC.

El expresidente de Colombia Álvaro Uribe censuró ayer la postura del Ejecutivo de Mariano Rajoy ante el proceso de paz de Colombia. «Me dolió ver al Gobierno de España apoyando el acuerdo con el grupo terrorista FARC, un acuerdo de total impunidad, a la Unión Europea, a los Estados Unidos, al Santo Padre, a Naciones Unidas...», destacó el político derechista, que advirtió de las contradicciones en las que incurre el PP al avalar los acuerdos de La Habana mientras hace oídos sordos a establecer un dialogo con ETA o dar pasos que favorezcan la resolución del conflicto en Euskal Herria.

Según informó la agencia Europa Press, Uribe, que participó en un desayuno informativo organizado por Fórum Europa en Madrid, también comparó las diferencias existentes entre el Estado español y el colombiano sobre la «impunidad total» que permite que las personas condenadas por «terrorismo» puedan presentarse a unas elecciones. «En el caso de la Arnaldo Otegi, aunque haya salido de la cárcel todavía tiene una sanción que le impide elegibilidad. En Colombia no tienen este tipo de sanción y tampoco van a la cárcel», señaló en alusión a la justicia tansicional, que tiene por objeto afianzar la convivencia en el país sudamericano.

En este sentido, Uribe puso en valor unas declaraciones de la ministra de Defensa española, María Dolores de Cospedal, en las que supuestamente advirtió del daño que se hace en un proceso de diálogo «cuando se permite que no haya justicia». Pero lo cierto es que el pasado mes de mayo la ministra hizo hincapié en la «importancia de que este acuerdo de paz se fundamente en que la paz vaya de la mano de la justicia. Porque la paz sin justicia, no es tal paz y la justicia necesita de la verdad y del reconocimiento de lo que ha ocurrido». Unas palabras que no ponen en cuestión la justicia transicional y chocan con el inmovilismo de Rajoy.