Jon ORMAZABAL
DESPEDIDA DE JUAN MARTÍNEZ DE IRUJO

Compañeros de «revolución»

A dos días del homenaje al de Ibero en el Labrit, repasamos la figura de Irujo de la mano de varios de sus pelotaris más allegados.

La irrupción de Juan Martínez de Irujo en profesionales en 2003 supuso un punto de inflexión en el mundo de la pelota. De él se ha dicho que cambió la manera de jugar a pelota, sobre todo mano a mano, de ahí que los adjetivos de innovador, transformador, precursor… se multiplican al hablar sobre el de Ibero. A dos días de su homenaje en el Labrit, hemos querido hablar sobre él con sus «compañeros de revolución».

Jokin Etxaniz

El de Bergara es, probablemente, el que mejor y más de cerca conozca la evolución del Irujo pelotari. Su actual foto en el perfil de whatsApp da fe de que llegaron a coincidir en las canchas -el de Ibero suele decir en broma que fue él quien lo retiró-, pero sobre todo ha sido en la multitud de entrenamientos que han compartido donde han forjado una gran amistad.

«Para mí ha sido el más grande, tampoco he tenido oportunidad de ver a otros como Ogeta, Gallastegi y compañía, pero de los que he visto, el mejor. Y dejo al margen el tema personal que tenemos, eso no lo mezclo, hablo de lo deportivo. Ha tenido sus cosas también pero para la empresa y la pelota es una gran pérdida. Pero hemos tenido la suerte de tenerle varios años, hemos disfrutado de él y creo que tendría para unos años más pero ha sido así, lo bueno es que he ganado un amigo y lo tendré para siempre».

Como preparador suyo, a Jokin Etxaniz también le ha tocado conocer, e incluso padecer, el carácter volcánico del de Ibero, comodísimo de llevar una vez pasados esos cinco primeros minutos de ebullición. «El carácter que ha tenido a unos les ha gustado y a otros no, pero tenía un carácter y eso le ha ayudado. Hay gente que dice que le ha perjudicado alguna vez, pero yo creo que no. Juan para mí ha tenido una cabeza de la leche, ha sido ganador y todo lo que te voy decir es bueno», explica el técnico de Aspe, que tampoco esconde las horas y horas que han metido en el frontón. «Al principio tenía tanta “sasoia”, tantas cualidades, que casi ni le hacía falta ir corrigiendo cosas. Pero luego ha metido muchas horas, ha visto que tenía que trabajar el aspecto técnico y ha sido uno de los que se ha quedado con cosas».

El día del anuncio de la despedida, Martínez de Irujo dijo del de Bergara que es «el que más sabe de pelota del mundo», algo que llega a ruborizar a Etxaniz. «Yo, si le he podido ayudar en algo, perfecto, me alegro porque es lo que he intentado. Pero, al final, estos fenómenos no necesitan mucho. Eso sí, regalarle nadie le ha regalado nada. Traía unas cualidades increíbles pero se lo ha trabajado».

Patxi Eugi

Patxi Eugi ha sido otro de los grandes apoyos de Martínez de Irujo, con el que ha ejercido de botillero en los últimos años. «Aparte de ser un gran campeón, Juan ha significado una revolución para la pelota, ha revolucionado el juego, sobre todo mano a mano; el ir a restar al aire, el besagain de izquierda... Porque siempre ha habido voleístas y gente que jugaba de sotamano, pero esa potencia con la izquierda no la habíamos visto nunca. Ha cambiado la forma de jugar mano a mano y luego los pelotaris se han tenido que adaptar a ese cambio». «Y el que no le ha seguido, jodido. El material también ha ayudado y el propio Aimar Olaizola cambió su forma de jugar. Vio que Juan le hacía mucho daño con ese juego y se adaptó».

Al de Agoitz también le queda la pena de no haber visto ese partido mano a mano entre Irujo e Irribarria. «Cuando un grande se retira deja un vacío muy grande. Creo que le quedaban tres o cuatro años a un nivel bueno, en el que hubiéramos visto a un Juan haciendo otras cosas distintas. Porque lógicamente se va perdiendo el golpe y estoy convencido de que se hubiera adaptado y veríamos a un Juan distinto», agregó.

Fernando Goñi

A pesar de ser algo mayor, el zaguero de Zubiri conoce a Martínez de Irujo desde muy pequeño. Jugaron juntos en Oberena y desde que el de Ibero dio el paso a profesionales, también compartieron grupo de preparación física. «Desde el primer día que le conocí ha sido un buenazo. Hemos compartido un montón de entrenamientos, luego sacamos dos txapelas del Parejas juntos –2005 y 2009–, y hemos compartido muchos buenos momentos juntos y seguiremos compartiéndolos».

Y es que Goñi III y el de Ibero están inmersos en el proyecto ElkarPelota, en el que intentan trasmitir sus pasión a los más pequeños. «Será de otra manera, pero seguirá viviendo la pelota, que es lo que quiere. Esto es nuestra vida, lo que queremos es trasmitir lo poco o mucho que sabemos». Pese a su fama de sangre caliente, Fernando Goñi insiste en que «es un pedazo de pan, muy alegre» y nos desvela que tiene mucha paciencia como profesor.

Peio Mtz de Eulate

El de Lizarra es otro de los ex profesionales inmersos en ElkarPelota, pero además ha sido, seguramente, su mayor cómplice dentro –juntos ganaron el Parejas de 2006– y fuera de la cancha, donde incluso fueron compañeros de euskaltegi.

Amigos casi desde la infancia, destaca que «en la cancha a veces podía parecer ser de otra forma, pero de ninguna manera era así. Era muy diferente dentro de la cancha, donde era un competidor nato, al que nunca le gustaba perder, ni en los entrenamientos, y fuera, donde siempre ha sido muy amable, muy majo, muy buen amigo y todos los calificativos que te pueda decir son buenos».

Peio Martínez de Eulate reconoce que el último año «ha sido muy duro, incluso para mí, porque era muy joven para seguir jugando a la pelota, estaba en gran forma para seguir jugando durante unos años, pero la vida es así». Y hay que seguir adelante y ahora no podrán disfrutar de Irujo, pero sí de Juan.

Abel Barriola

El de Leitza acaba de colgar el gerriko, pero en su caso fue una decisión propia y cada vez es más consciente de la suerte que ha tenido al poder elegir el momento y la forma de su despedida. Por eso afirma que el adiós de Irujo es «una pérdida inmensa. Estaremos todos de acuerdo en que es uno de los mejores pelotaris de la historia y, sin duda alguna, bajo mi punto de vista el pelotari más espectacular que he conocido. Aparte de eso, es un pelotari y una persona muy querida entre los pelotaris y aficionados, y la pérdida, dentro y fuera, va a ser muy grande. Diría que ha sido un pelotari ejemplar y es un privilegio el haber conocido a Juan de blanco, he disfrutado mucho».

Recientemente el exzaguero de Aspe hizo acopio de todo tipo de elogios a su persona, halagos que él también traslada al pelotari junto al que, por fin, pudo entrar al club de las tres txapelas tras ganar el Parejas. «Es una persona muy querida en el vestuario y también por el aficionado, y eso es por algo. Va a dejar una huella muy grande en el mundo de la pelota. Si tuviera que destacar algo, sobre todo es que es un amigo que siempre va a estar ahí. Y destacaría el humor que tiene, es excepcional, y su nobleza como persona».

Jokin Altuna

Muchas de las nuevas estrellas de la pelota han crecido con el de Ibero como referente. Es el caso de un Jokin Altuna para el que ya poder entrenar junto a Irujo era un objetivo. El de Amezketa no olvida la foto que, con solo 12 años, se hizo con su ídolo en el Larrunarri. «Siempre he dicho que era mi ídolo, para mí jugar contra él ha sido un sueño. Desde pequeño le he seguido mucho, siempre estaba a favor de él y es una pena. Yo estaba disfrutando de jugar con él, ganar o perder, solo el hecho de jugar contra él era muy bonito para mí. He tenido esa suerte de estar dos años y espero que venga al frontón a vernos».

Iker Irribarria

Su irrupción en el Manomanista del año pasado recordó a muchos la de Irujo en 2004 y muchos se lamentan de no haberlos podido ver en un duelo en toda la cancha. «Me queda la espina de no haber jugado mano a mano contra él, pero me queda otra que es que no le he ganado en ninguna de las cinco veces en las que nos hemos enfrentado».

El de Arama lo tiene muy claro. «Se va la mayor estrella de la pelota, va a costar que salga otro pelotari igual. Para mí se va un ídolo, desde siempre me he fijado mucho en él, y los últimos años un gran amigo».