Adif va a tener que volver a abrir tramos de obra de la «Y vasca» que ya se habían dado por acabados, para realizar nuevas salidas de emergencia en once túneles que se habían construido sin atender a las normas de seguridad fijadas por la Unión Europea. El administrador de infraestructuras ferroviarias, encargado de la ejecución del TAV, hizo ayer el anuncio excusándose en que el reglamento a cumplir se aprobó en 2014, «con algunos de los túneles en ejecución o finalizados».

Sin embargo, muchos de esos túneles comenzaron a construirse cuando ya estaba publicado un reglamento anterior de 2008, también de la UE, y que exigía la construcción de una salida de emergencia lateral o vertical «como mínimo cada 1000 metros», una exigencia incumplida.

Según reveló ayer Adif, los túneles en los que deberán construirse salidas de emergencia son Induspe, Udalaitz, Mendigain, Olabarrie, Ganzelai, Galdakao y Zaratamo, en el tramo Gasteiz-Bilbo que está ejecutando directamente el administrador estatal de infraestructuras ferroviarias. También habrá que volver a las obras en los túneles Beasain Este, Ordizia Itsasondo, Legorreta y Tolosa 2-Aldabatxiki, del llamado tramo guipuzcoano, que lleva adelante el Gobierno de Lakua.

El túnel de Udalaitz, por ejemplo, comenzó a construirse en 2009, tiene 3100 metros y ninguna salida de emergencia. Adif aducía que el proyecto era anterior a la entrada en vigor de la normativa europea.

El túnel de Legorreta, de 2941 metros, obra dependiente de Lakua, se adjudicó también en 2009. Y el de Tolosa2-Aldabatxiki en 2010. Las obras de este último tramo se recepcionaron en 2015. Tampoco cumplen la normativa de seguridad de la UE.

La nota de prensa hecha pública ayer por Adif explica que la realización de estas obras requerirán de expropiaciones complementarias de terrenos a lo largo de su recorrido. No se da cuenta de cuál es el presupuesto de estas obras, lo que seguirá encareciendo el proyecto.

El cuatripartito navarro rechaza una moción de UPN

El Parlamento de Nafarroa rechazó ayer una moción de UPN en la que se instaba al Gobierno foral a firmar un Convenio con el Estado para acometer las obras del TAV, por entender que facilitaría la ejecución y la participación directa en una obra «vital» para la proyección exterior, empleo y competitividad.

Frente al apoyo de UPN, PP y PSN, las formaciones que respaldan al Gobierno –Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu e I-E– se mantuvieron unidas y votaron en el Pleno en contra de la resolución propuesta por UPN cuyo defensor, Carlos García Adanero, rechazó una enmienda de Geroa Bai y aceptó una del PPN. El portavoz de Geroa Bai, Koldo Martínez, calificó la moción como «envenenada», porque pretendía dividir al cuatripartito, e «innecesaria».GARA