«Me parece un error votar en contra [del CETA] porque ayuda a las pymes, al desarrollo económico y a la exportación de los productos europeos a un mercado súper ancho como es el de Canadá», subrayó ayer el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, en la rueda de prensa posterior a su intervención en la cumbre que reúne a los líderes europeos en Bruselas.

La división existente en la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en torno al CETA quedó ayer de nuevo reflejada con el cambio de posición del PSOE avanzado por su presidenta, Cristina Narbona, a través de Twitter. Horas después de que el PSOE votara a favor del tratado en la comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Narbona anticipó una abstención que ayer defendió su secretario general, Pedro Sánchez, y que someterán a votación el lunes.

Ante este bandazo, Tajani recordó que el Parlamento Europeo votó a favor del acuerdo comercial con Canadá –también el grupo del PSOE– y afirmó que si los Estados miembros lo hacen de otra manera se trata de una decisión propia «de cada país».

Tras reiterar que se trata de «un buen acuerdo», expresó que le «gustaría que los parlamentos de los países miembros votaran también a favor».

«Es un buen acuerdo»

En parecidos términos se expresó el comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, durante su comparencia en la comisión mixta para la UE del Congreso español. «Soy comisario europeo y estoy comprometido con el libre comercio. El tratado de la Unión Europea con Estados Unidos no recibiría mi apoyo, pero el acuerdo con Canadá es un buen acuerdo y merece que le apoyemos», aseveró.

Puntualizó, no obstante, que el debate sobre este tratado «es legítimo», tanto desde los partidos políticos de la derecha, como de la izquierda o el centro, ya que todo acuerdo merece un análisis. «Todo tratado no tiene que ser positivo por principio», manifestó antes de incidir en que «hay que mantener una actitud equilibrada».