Anjel Ordóñez
Periodista
JO PUNTUA

Tempus fugit...

Como un mantra cansino, escucho demasiado a menudo que el tiempo lo cura todo, y que solo el paso del tiempo conseguirá que nuestra sociedad cicatrice sus heridas. No podría estar más en desacuerdo. El tiempo es neutro. Ni mejora, ni empeora las cosas. Somos nosotros, nuestras decisiones individuales e interacciones sociales, los únicos motores para la regeneración de un pueblo, en eso sí coincido, que en general se esfuerza por superar estadios anteriores marcados por heridas abiertas, sí, pero también por traumas internos severos, acaso no tan visibles, pero igual de dolorosos.

El estado de excepción que se vive en la Sakana es, al menos a mí me lo parece, muestra inequívoca de que hace falta mucho más que el paso del tiempo para que la normalización alcance a todas las capas de la sociedad. La decisión de juzgar por «terrorismo» en el top de los tribunales, la Audiencia Nacional, a los jóvenes involucrados en la trifulca nocturna con dos guardias civiles es la prueba irrefutable de que, en el Estado español, el sistema judicial sigue siendo una herramienta fiel al servicio del poder político. La determinación del Supremo no resiste el más elemental test sobre garantías procesales. Es indiscutible que la pelea tuvo sustrato político: jóvenes, guardias civiles y madrugada es siempre una mala combinación en Euskal Herria. Pero de ahí a los cargos por «terrorismo» y la cárcel hay un trecho que solo se recorre por el sendero de la venganza. Y no hay venganza sin odio. Y el odio es como el sarampión...

En la Sakana, los controles de la Guardia Civil son el duro pan de cada día. La semana pasada lo comprobaron seis miembros de la dirección de LAB, que han denunciado la «persecución policial» sufrida en un control de la Benemérita en el que permanecieron casi una hora. Para el sindicato abertzale, «el objetivo no fue otro que obstaculizar la labor política y sindical».

El desarme es una exigencia inaplazable. En la Sakana y en el resto de Euskal Herria. Ése sí sería un paso firme en la apuesta por la paz y la convivencia. Cualquier otra cosa es perder el tiempo. Y el tiempo vuela.

...sicut nubes, quasi fluctus, velut umbra.