Nagore BELASTEGI
DONOSTIA

Se cumplen 20 años de la Ley para la Promoción de la Accesibilidad

El trabajo realizado por la asociación Elkartu tuvo sus frutos en 1997 cuando aceptaron la ley. Sin embargo, todavía queda un importante paso que dar en la evolución y se trata del de colocar la accesibilidad en el rango de los derechos de toda la ciudadanía.

El Gobierno de Lakua aceptó en 1997 la Ley de Promoción de la Accesibilidad después de años de lucha de la asociación Elkartu de personas con discapacidad física de Gipuzkoa. Por ello, en el encuentro anual de la coordinadora han elegido este tema para tratar de hacer un recorrido a lo largo de los años y destacar así las mejoras conseguidas y las que quedan por llegar.

«El año pasado el encuentro trató de un proyecto de investigación sobre las necesidades de las personas con movilidad reducida. Como consecuencia proponíamos varias pautas para evitar la situación de exclusión: la educación inclusiva, el trabajo inclusivo, la accesibilidad, la participación social... Nuestra intención es hacer cada año un encuentro sobre cada una de esas cuestiones, y este año hemos elegido la accesibilidad», contó a GARA el gerente Mikel Malcorra.

La asociación surgió hace 35 años con la idea de que «un colectivo tiene más fuerza que una sola voz» y siempre tuvo la accesibilidad como punto importante. La mencionada ley forma parte de una evolución que aún no ha terminado: en 1981 había un decreto para eliminar las barreras arquitectónicas, en 1983 aceptaron otro decreto y luego llegó la Ley de Promoción de la Accesibilidad. «Como final para esta evolución pensamos que falta una reflexión sobre los derechos de estas personas. Legalmente ha habido una evolución y se ha reflejado en la calle, pero aun así vemos que hay una conciencia general en la que se piensa que ya se ha conseguido todo porque vemos rampas en los autobuses, algunas aceras rebajadas y algunos locales públicos adaptados, pero el hecho de que se piense que ya está todo conseguido nos preocupa porque todavía faltan muchas cosas importantes», mencionó el responsable y puso algunos ejemplos.

Respecto a la vivienda, aseguró que apenas hay pisos adaptados a las personas con movilidad reducida en alquiler libre, por lo que dependen de las políticas públicas para poder acceder a una vivienda. Además, dijo que muchos espacios de uso público no están adaptados. En cuanto al transporte, comentó que a nivel local se ha mejorado mucho pero en los transportes interurbanos hay muchas dificultades.

Son problemas que para los ojos de una persona sin dificultades de movilidad pasan inadvertidos, pero basta fijarse un poco para darse cuenta de que queda mucho por hacer. Por ello, en su encuentro mencionaron algunos retos que tienen de cara al futuro.

Consideran importante que se cumpla la Ley de Accesibilidad Universal, pues de nada sirve tener unas buenas leyes bien desarrolladas si después se incumplen. Por ello, apuestan por un sistema que asegure la accesibilidad para todas las personas. Así, llegan al segundo punto que se basa en que la accesibilidad es un derecho humano de toda la ciudadanía, por lo que así debería ser tratado.

En opinión de Elkartu, falta liderazgo en este tema. «Después de veinte años vemos que se actúa por inercia y hace falta pararse y reflexionar para poder darle un segundo empujón», reivindica Malcorra, que considera que parece que ya está todo hecho, pero no es así.

Para mejorar, creen que todos los agentes (el poder judicial, las empresas, la educación) deben implicarse y tomar un compromiso en el tema, siendo conscientes de las barreras que algunas personas se encuentran a diario. Y también apuestan por la implicación de la innovación y las nuevas tecnologías.

Seguirán luchando

En una de las ponencias trataron el tema de la relación entre el patrimonio protegido y la accesibilidad, pues a menudo surgen problemas entre ambos –al ser protegido no se puede tocar, pero entonces queda inaccesible para muchas personas–.

Y es que cada vez hay más personas con dificultades de movilidad porque la esperanza de vida es cada vez mayor y, por lo tanto, hay más personas ancianas que podrían necesitar espacios accesibles para poder disfrutar del espacio público y de sus propios derechos.

Elkartu seguirá luchando por que la situación sea cada vez mejor, pues las leyes ofrecen algunas herramientas válidas pero todas ellas hay que activarlas, y eso es lo que hace la asociación en busca de una sociedad más accesible e inclusiva.