Imanol CARRILLO
SIGUE LA BÚSQUEDA EN EL NANGA PARBAT

El helicóptero regresa sin noticias de Alberto Zerain y Mariano Galván

Un helicóptero del Ejército pakistaní salió ayer por la mañana en busca de los alpinistas Alberto Zerain y Mariano Galván, que se encuentran en las laderas del Nanga Parbat a más de 6.000 metros y con los que no se tiene contacto desde el sábado. Tres horas después regresó sin resultados positivos, debido al mal tiempo y a la poca visibilidad.

El alpinista alavés Alberto Zerain y el argentino Mariano Galván, desaparecidos a unos 6.400 metros en la arista Mazeno del Nanga Parbat (8.126 metros) desde el pasado sábado, seguían ayer sin ser localizados después de que el helicóptero de rescate del ejército pakistaní se viese obligado a regresar sin resultados positivos debido a las inclemencias meteorológicas.

El helicóptero de rescate salió a primera hora de la mañana, en torno a las 6.00 –hora de Euskal Herria, aproximadamente las 9.00 en Pakistán–, del aeropuerto de Skardu (Pakistán), con intención de recorrer las últimas coordenadas de posición disponibles, así como toda la arista Mazeno, vía por la que Zerain y Galván tenían intención de acceder a la cima de esta montaña.

En el aparato viajaba el experimentado alpinista rumano Alex Gavan, que se encontraba en el campo base del Nanga Parbat y ofreció su ayuda desde el primer momento. Tras más de tres horas de vuelo, el helicóptero interrumpió la búsqueda a causa de la escasa visibilidad en la zona. Según el propio Gavan, cuando llegaron al punto en el que se encuentran paradas las coordenadas desde el pasado sábado, no pudieron «ver nada» a causa de la cantidad de nubes.

Según informó desde el primer momento “Desnivel”, la última señal del Racetracker –aplicación de GPS que portan los alpinistas– les situaba el sábado a 6.112 metros. Ese día Zerain puso en marcha la aplicación a 5.800 metros. A las 6.14 llegaron a 6.270 metros y la siguiente señal, una hora más tarde, se situaba 150 metros de desnivel por debajo y a unos 180 metros de distancia, a 6.112 metros. A partir de ese momento y hasta las 22.20 el Racetracker emitió sin moverse de esa posición hasta que se apagó, ya que está programado para desconectarse al cabo de 24 horas.

Operación lenta y costosa

Si el tiempo lo permitía, el helicóptero tenía previsto despegar hoy de nuevo para volver a rastrear la zona. A diferencia de Nepal, donde los helicópteros para rescates los operan empresas privadas, en Pakistán este tipo de operaciones dependen del Ejército y son muy lentas por la burocracia y costosas. De ahí que ayer despegase a las 9.00, cuando es muy posible que el helicóptero no encuentre en el Nanga Parbat las condiciones de vuelo y visibilidad que tendría despegando al amanecer.

El equipo está esperanzado de que «sea todo una falta de contacto»

Tras perder el contacto con ambos alpinistas el sábado, la familia y los amigos del Alberto Zerain y el equipo que sigue la expedición desde Euskal Herria consideraron oportuno que un grupo de rescate pusiese rumbo a la arista Mazeno y a las rutas habituales que tenía definidas la cordada vasco-argentina. Ayer, Jon Pérez señaló que el enlace de la expedición en Bilbo «mantiene la esperanza de que, en realidad, sea todo una falta de contacto».

Sustenta dicha confianza en la experiencia de ambos montañeros, así como en el desconocimiento de las dificultades sobrevenidas o en el abanico de posibilidades ocurridas en torno al dispositivo de geolocalización. «En montaña pueden pasar muchas cosas», afirmó Pérez, quien consideró «muy complicada» la posibilidad de ser sorprendido por un alud cuando se está en una arista. No dio importancia a la falta de provisiones para resistir ni a que el Racetracker haya descendido varios metros, pero «lo que es un poco más extraño es que no estén descendiendo hacia donde deberían, pues han bajado hacia una ladera en vez de seguir el recorrido de la arista».

Sea como fuere, subrayó que «Alberto lleva escalando ochomiles desde principios de los noventa –acumula diez, el último este año en el Annapurna– y es una persona de reconocida prudencia, demostrada además en varias ocasiones», mientras que Mariano «lleva una carrera meteórica y tiene muchísima experiencia».I.C.