Jose Manuel CASTILLO
CURSOS DE VERANO DE LA UPV-EHU

Desarrollo económico local con la mirada en lo global

Esta semana se ha celebrado en el Palacio Miramar el curso sobre «El futuro de nuestra economía. Retos y oportunidades para el desarrollo económico del territorio», en el que diferentes actores económicos, tanto regionales como globales, han expuesto la situación de sus territorios y los retos a futuro.

Con la crisis financiera de 2008 todavía resonando, el cambio climático que se avecina, la cada vez mayor desigualdad que genera el orden económico neoliberal y la crisis demográfica, junto a la imperante precariedad juvenil, permiten hablar de malos tiempos al analizar el desarrollo económico. No obstante, diferentes actores económicos regionales y globales se han reunido durante dos días en Donostia para tratar de encontrar solución a estos problemas. Y han planteado soluciones locales con la mirada puesta en lo global. El curso “El futuro de nuestra economía. Retos y oportunidades para el desarrollo económico del territorio” ha sido organizado por la UPV/EHU.

El crecimiento, a debate

Con ese enfoque globalizado, la jornada de ayer fue inaugurada por el director del Departamento de Desarrollo Local y Economía Social de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Roberto di Meglio. De entrada, puso el foco sobre los tres grandes problemas que afronta la economía. El primero es la desigualdad mundial, cada día más acusada, y para ilustrar la situación citó unos datos del economista Joseph Stiglitz: «Las dos familias más poderosas de Estados Unidos acumulan tanta riqueza como 155 millones de estadounidenses, es decir, el equivalente a casi la mitad de la población del país».

El segundo gran reto en el que centró la atención Di Meglio fue el desempleo, que desde la OIT cifran en más de 200 millones de personas en el mundo. Pero también quiso remarcar la calidad del empleo que se genera, ya que actualmente, según datos extraídos de los estados miembros de la OIT, en torno al 50% del nuevo empleo generado es precario o no reune «las características para poder desarrollar una vida digna y completa». Por último, hizo referencia a la crisis ecológica como el gran problema de futuro que afronta todo modelo económico, ya que el crecimiento debe estar basado en paliar los efectos de esta crisis sin precedentes en la historia humana.

En concordancia con la declaración emitida en 2007 por la OIT para lograr una «globalización equitativa», Di Meglio presentó la “Agenda 2030”, en la que la ONU reúne 27 objetivos de desarrollo sostenible a alcanzar para esa fecha. El ponente, destacó el objetivo número ocho, que aboga por lograr un «empleo decente junto al crecimiento económico». En este punto puso como ejemplo de «empresa social» el modelo cooperativo vasco. «El futuro pasa por la empresa social. Una empresa dedicada a la economía real, con dimensión social y apego a la realidad de cada territorio», concluyó.

A continuación, sendos representantes de Flandes y la región italiana de Emilia-Romagna expusieron la realidad económica de sus territorios. El director de la Agencia de Innovación de Flandes, Bernard de Potter, señaló la importancia que tienen instituciones como la suya a la hora de hacer de puente entre el mundo académico y el empresarial. «Si queremos que una región progrese e innove –señaló–, no podemos dejar que todo el conocimiento generado en las universidades y centros de investigación no se aplique en la empresa».

La última ponente de la mañana fue una representante local, Ainhoa Aizpuru Murua, la diputada de Promoción Económica, Medio Rural y Equilibrio Territorial de la Diputación de Guipuzkoa. Abogó por recuperar «el legado industrial de Gipuzkoa» dado que, según sus palabras, «la industria genera el empleo de mayor calidad».

No faltó tampoco el turno para las preguntas y correcciones a los ponentes. A la OIT se le retó a pasar de las palabras a los hechos, ya que, como pasó con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, lo que se pone sobre papel no siempre se termina cumpliendo. También tuvo especial mención en esta discusión el papel de los jóvenes, a los que se plantearon los retos de atreverse a innovar y no tener miedo a tomar la iniciativa. Desde el público se exhortó a hablar menos de los jóvenes y dejar hablar más a los jóvenes, el futuro económico de cualquier país.