Joseba VIVANCO
Athletic

Ziganda, dentro de lo previsto

Por mucho que se busquen diferencias con Valverde en solo cuatro días, «es muy pronto» para ver novedades, aclara Mikel San José.

Cuatro días, cuatro, y se trata de buscar en tan breve espacio de tiempo las siete diferencias entre Ernesto Valverde y Kuko Ziganda, por mucho que, a priori, la sucesión en el banquillo rojiblanca sea de continuidad. Que si el navarro es más de hablar y arengar en los entrenamientos, que si ha rescatado el silbato para el ordeno y mando sobre el césped de Lezama, que si se barrunta con un solo partidillo a puerta abierta un 4-2-3-1 aunque sujeto a modificaciones... Incluso parecen revolucionarias las lógicas charlas individuales que el técnico mantiene con determinados futbolistas. Ayer compareció Mikel San José, midiendo sus respuestas cuando de buscar esas siete diferencias se trataba. El día anterior, Iker Muniain puso en valor que Kuko «transmite mucha fuerza», «una cara que gusta y motiva de ambición y ganas de aprender» o sus «ganas de ambición y superación, con las que me siento muy identificado». Frases sueltas, que lejos del directo y puestas sobre blanco pueden interpretarse como un demérito hacia el de Viandar de la Vera en favor del de Larraintzar, que se ha limitado a decir y hacer lo que se espera de cualquier nuevo técnico de cualquier equipo.

Quizá por eso mismo, San José se mostró cauto e incluso, al ser preguntado por qué novedades perciben en Ziganda respecto a Valverde, llegó a contestar que «es muy pronto para aportar algo más», salvo, añadió, «incidir en algo que hacíamos muy bien como es apretar arriba, una de nuestras señas de identidad que él comparte». Tan solo repitió lo dicho por Muniain, que el navarro «habla constantemente, a lo mejor un poco diferente en ese sentido a Ernesto, quizá una de las pocas diferencias que en estos días podemos ver». Punto.

A partir de ahí, lo dicho, lo lógico y previsible en un Ziganda con zapatos nuevos que como dijo San José «nos ha transmitido que (dirigir al primer equipo) es una oportunidad que le encanta, que llevaba tiempo esperando y le llena de ilusión». Un Ziganda que no debe extrañar quiera exprimir cada hora del día en que tenga a sus jugadores a su disposición, entrenamientos, desayunos, comidas, siestas, sobre todo porque el reloj de las previas de Europa League corre en su contra, necesita ajustar la plantilla y decidir los descartes y, lo más importante, inculcar su propia impronta en sus hombres, no solo futbolística sino de lo que quiere de ellos.

Que les vaya a exigir hasta el extremo como avanzó el lunes entra dentro de esa lógica y no debería ser algo excepcional. Es más, ellos mismos deberían ser conscientes de que esta temporada deben dar un plus respecto al menos a la precedente, aunque San José asegurara, midiendo de nuevo sus palabras sin querer hacer de menos al antecesor en el banquillo, que «veo al equipo muy bien, con muchas ganas, entrenando de la misma manera que cuando acabó la pasada temporada».

Kuko, ilusión y trabajo

Kuko ha aterrizado con el beneplácito de prácticamente toda la familia rojiblanca, incluida la prensa deportiva ávida de novedades, de renovadas ilusiones que se traduzcan en lectores, oyentes o televidentes. Nada nuevo y nada malo. Pero sin elevar a nadie a los altares antes de tiempo. Valverde dijo en su despedida que el equipo necesitaba de alguien que zarandeara el árbol, principalmente, se supone, a los teóricos titulares, y quizá por eso mismo Kuko quiera ver cómo aprietan los cachorros, cedidos y menos habituales, de manera que todos, desde el más intocable al más prescindible, se pongan las pilas. Una táctica nada radical que veremos en los primeros partidos de Liga si ha surtido efecto en los onces que presente entonces Ziganda.

Por lo dicho, repetido y visto, al de Larraintzar nadie le va a ganar en ilusión, trabajo y ganas, pero habrá que dar tiempo al tiempo para constatar su mano en el equipo, o como se apresuró a matizar San José, «la semana que viene en Suiza y con varios partidos nos transmitirá más ideas y podremos decir algo más». Entrenamiento a entrenamiento, ya lo dijo Ziganda. «Todo va a depender de cómo se empiece», avisó cauto San José.

«¿Objetivos? Pasar las eliminatorias»

A la plantilla rojiblanca le cayó ‘la del pulpo’ la campaña pasada tras verbalizar a principios de curso su ilusión por llegar muy lejos en la Europa League y luego caer a primeras de cambio. Mikel San José, ayer, trajo aprendida la lección, y al buscarle las cosquillas se limitó a responder que «nos ilusiona mucho esa competición, no hay que esconderlo. Hay equipos con mucho nivel, pero por qué no este año u otro poder vivir lo más bonito de la competición», en referencia a ganarla. Así que, como objetivos abstractos esta campaña «los mismos, porque somos prácticamente el mismo equipo, e incluso intentar mejorarlos. Tenemos capacidad para ello y la exigencia también». Una declaración de intenciones general que, eso sí, concretó avisando de que «lo primero es el día 27, pasar las dos previas y a partir de ahí enfocar la temporada». Los leones se guardarán, parece, muy mucho de marcarse metas al menos en público.J.V.