El Consejo Económico y Social (CES) de la CAV mostró ayer su preocupación por el fenómeno de la «pobreza laboral» que afecta a trabajadores con empleos temporales o a tiempo parcial, que se ven obligados a complementar sus salarios con ayudas sociales.

Los responsables del CES presentaron en Bilbo la “Memoria socioeconómica 2016” –la vigésima elaborada por este organismo y que fue aprobada por unanimidad en su seno–, en la que se evidencia que el 20% de quienes percibieron el año pasado la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) lo hicieron como complemento de sus rentas salariales.

Según los datos aportados por la presidenta de la comisión encargada de la elaboración de la memoria, Inmaculada Gallastegui, entre las personas ocupadas con empleo estable, la «pobreza real» se cifra en un 1,2%, índice que se eleva a un 16% en el caso de aquellos con ocupación no estable, tal como recogió Efe. «Obviamente, entre los parados es más elevada», añadió.

Al mismo tiempo, este organismo afirma que el sistema de protección social implementado en la CAV es uno de los más avanzados de Europa.

Retos de la educación

El CES también alerta de que, en materia de educación no universitaria, el gasto no repercute adecuadamente en el rendimiento y la excelencia, cuyo nivel considera bajo.

En cuando a la educación universitaria, señala que el sistema vasco está escasamente internacionalizado, lo que puede afectar negativamente a la captación de talento. Por ello, en este capítulo, aboga por establecer una relación sistemática entre la oferta formativa y el mercado laboral.