Aritz INTXUSTA

SER UN MACHISTA EN TWITTER PUEDE CONSTITUIR UN DELITO

Un twitero catalán ha sido condenado en Iruñea por bromear con el maltrato a la mujer. Aceptó que sus continuos mensajes sexistas constituían un delito de «provocación a la discriminación».

Icewolf, «Lobo de Hielo» en inglés, es un tuitero catalán de 36 años, al que le gusta provocar y lleva camisetas del videojuego Street Fighter. Busca sin demasiado éxito seguidores colgando exabruptos en hilos (hashtag) de un programa de radio para que los vea más gente.

Bajo su perfil, viene la siguiente descripción: «Me gustan las mujeres con las tetas muy grandes y también Sara». La susodicha Sara –afortunadamente, cabría decir– parece que no es un ser humano, sino una perrita de color negro.

El Lobo de Hielo también está presente en otra red social donde cuelga instantáneas con Sara y un gato blanco y negro. No parece que le vaya demasiado bien encontrando compañía, pues entre las fotografías –muchas en pose sexi, por llamarlo de alguna manera– figura un pantallazo de una web de buscar pareja en la que le dan calabazas tras dirigirse a quien quería conquistar como «chocho». Un amigo responde a esta imagen regañándole: «Tio un sicologo o algo q no t conportas normal para tu edad».

Este personaje acaba de aceptar una condena de seis meses de prisión y mil euros de multa por un delito de «provocación a la discriminación». Todo comenzó el 25 de noviembre de 2014, cuando escribió: «Hoy es el día internacional de la violencia de género, felicidades a todas las mujeres que sois maltratadas». El mensaje llegó hasta una asociación en favor de los derechos de las mujeres maltratadas de Burlata, que lo denunció ante la Guardia Civil.

Los agentes se metieron en su perfil y extajeron de él los tuits más ofensivos contra la mujer a lo largo de toda su trayectoria como tuitero, encontrando perlas como «Todos los tíos necesitamos dos mujeres. Una para follar y otra para que haga las tareas de la casa» o «Yo creo que echar droga a los cubatas de las chicas para follártelas es una bonita costumbre española y no debería desaparecer».

La calificación delictiva de esos hechos pudo haber sido sujeto de un debate jurídico y, de hecho, el caso recuerda en un primer momento al reciente caso del vendedor de chapas con mensajes sexistas al que se le requisó indebidamente el género en sanfermines o incluso a la persecución a tuiteros en las llamadas operaciones «Araña». Al menos, así lo entendía el abogado de oficio que le asistió, que cita como referente la sentencia del concejal de Madrid Guillermo Zapata por los chistes sobre Irene Villa. No obstante, el caso de Icewolf no generará jurisprudencia alguna, porque el lobo agachó las orejas y asumió el castigo si le rebajaban la pena. La sentencia ya es firme.