Raimundo Fitero
DE REOJO

Pertinente

Pues ha sido una actuación regular. Mariano Rajoy ha salido, aparentemente, vivo de un corralito judicial. Su mesita al lado del tribunal y los abogados de las defensas son una grosera manera de demostrar que no todos los ciudadanos son iguales ante la ley, ni siquiera como testigos. La actitud del Jefe de la banda ha sido de defensa. En ocasiones dura. No estaba dispuesto a testimoniar, si acaso a no caer en posibilidades de que le acusen de falso testimonio. Contestaciones rotundas, breves, concisas y que acababan con una muletilla transitoria que relativizaba su supuesta verdad o su memoria pormenorizada puesta en duda. Una buena estrategia.

Dos horas que en muchas televisiones han sido muchas más, con previos y con debates posteriores. Menos a la primera estatal que le interesaba mucho más lo qué pasaba en Venezuela o en las lorzas de Paquirrín. Esta actitud reiterada de TVE de ocultamiento no es nada pertinente. Porque una de las palabras de esta sesión de un juicio un tanto esperpéntico, es la de pertinente. El presidente del tribunal ejerció su autoridad, casi siempre para favorecer al compareciente, dando su visto bueno a las preguntas de las acusaciones.

En las generalistas del duopolio y las autonómicas, en directo, con tertulianos y en ocasiones los mismos van de uno a otro canal en la misma mañana. Aquí habría que ver hasta dónde llega la corrupción periodística, porque ¿no hay más tertulianos a su alcance que los que siempre aparecen y que se les ve el carné de partido sobreimpresionado en su frente? No es pertinente esta pregunta, me diría el presidente. Ahora, ya en Génova, en la sede del PP cuyo arreglo fue pagado con dinero negro, Rajoy habla de un acuerdo parlamentario sobre la violencia de género. Pertinente. Aplausos para su equipo de comunicación.