Andoni LUBAKI
ALHUCEMAS
Elkarrizketa
REDA BENZAZA
DIRIGENTE DEL MOVIMIENTO HIRAK

«Mantenemos intactas nuestras reivindicaciones socioeconómicas»

Reda Benzaza (Alhucemas, 1989) es una de las caras más conocidas de Hirak o Movimiento Popular Rifeño surgido tras las protestas que comenzaron en Octubre del 2016 a raíz del linchamiento de Mohsinne Fikri por parte de la Gendarmeria marroquí. Sigue desde entonces en la clandestinidad, desde la que ha ofrecido una entrevista a GARA.

Tras estudiar Magisterio de Educación Física en Granada por la proximidad a su tierra natal, Reda Benzaza trabajó en el Instituto Jovellanos de Alhucemas (vestigio de la época colonial española) pero acabó contrato el 30 de mayo, justo cuando comenzaron las detenciones masivas de miembros y simpatizantes de Hirak. Desde ese día ha permanecido escondido. En busca y captura desde entonces, sigue sin dejarse ver ni notar en las redes sociales, hábitat natural de estas protestas rifeñas. En diciembre del año 2016, Reda actuó como traductor en una entrevista realizada a Nasser Zafzafi. Muchos especialistas de la política en la zona lo consideran, junto con Nabil Ahamjik, mano derecha del portavoz Zafzafi. Desde un lugar no aclarado pero ya lejos de la posibilidad de ser inmediatamente detenido, Benzaza concede una entrevista en exclusiva al GARA.

¿Cómo definiría al Hirak ahora después de medio año desde nuestra última entrevista?

Las reivindicaciones siguen siendo las mismas, sociales, económicas... Queremos mejorar la educación en nuestra región y que no sea una zona tan densamente militarizada. Sé que el escenario desde entonces ha cambiado y a las peticiones que argüíamos añadimos la de la puesta en libertad de los presos políticos. No son delincuentes, su único crimen ha sido pedir mejoras. Nada más.

¿Cómo fue la detención de los miembros del movimiento?

Todo sucedió muy rápido. Respondía a una estrategia del Estado majzení que ya ha sido utilizada en otros momentos y otras zonas del país; detenciones, torturas y secuestros. No buscaban otra cosa que la desaparición del movimiento popular. Esta estrategia ya fracasó en el año 59, en 1984 y en 2011 (Benzaza hace referencia a las distintas crisis con el régimen de Rabat que ha habido en el Rif desde que el enclave pasó a formar parte de Marruecos). Siguen pagando a gente para reventar los actos. Se ha visto una y otra vez como el claro ejemplo de Nador, cuando nuestro compañero Nasser sufrió un intento de apuñalamiento. Denunciamos temas como la corrupción y eso hace mucho daño y actúan como un animal herido.

¿Cree realmente que esas políticas represivas no funcionan? Es un hecho que e ninguna de esas crisis el pueblo rifeño conlogró lo que reivindicaba...

¡Claro que no funcionó! Sino no se entendería la masiva participación de la gente hoy estos días, en esas manifestaciones multitudinarias que se siguen sucediendo: son heridas no curadas de las políticas del Majzén en las últimas décadas. No hay predisposición para sanar las heridas por parte del Majzén. Hemos tendido la mano al gobierno y ofrecido diálogo en torno a unas reivindicaciones legítimas, pero de Rabat solo hemos tenido como respuesta la violencia y la militarización.

¿Ha habido encuentros secretos entre el régimen y el movimiento popular?

Ha habido intentos de negociación por «debajo de la mesa», como decimos aquí en el Rif. Negociaciones que no pretendían ser claras, que se querían celebrar a espaldas de la ciudadanía lo cual era contraproducente ya fue la ciudadanía la que puso los temas encima de la mesa, nunca una élite o una vanguardia del movimiento.

¿Cómo pudo escapar?

Iniciada la oleada de detenciones, decidí esconderme. Varios de nosotros veíamos que nuestra vida corría peligro y abandonamos nuestra tierra como pudimos. Apagamos nuestros móviles porque sabíamos que nos espiarían. No quiero dar más información para no dar pistas al Majzén e incriminar a personas que estuvieron a nuestro lado y pusieron sus vidas y su libertad en peligro. Gracias a que muchos pudimos escapar tenemos compañeros que están pidiendo asilo en Europa.

En la entrevista que concedieron al diario GARA en diciembre del 2016 insistían mucho en que no eran un movimiento clandestino y se han convertido justo en aquello que no querían ser...

Desde el primer momento nosotros hemos apostado por asambleas abiertas, conexiones en directo en facebook... Todo nuestro «modus operandi» ha sido abierto y transparente. No nos escondíamos de las autoridades porque nuestras peticiones eran legítimas. Insisto: legítimas. Ciertos medios y algunos periodistas utilizaron para describirnos la palabra «clandestino». No nos escondíamos entonces, a diferencia de ahora. Pero fue la prensa extranjera la que nos dio ese aura de clandestinidad. Si ahora lo somos es porque el Estado majzení ha decidido perpetrar esta estrategia de secuestro y torturas contra los integrantes del movimiento. Por salvar nuestra vida y libertad ha pasado a ser algo más clandestino para los ojos del Majzén, pero no para el pueblo. Se pueden seguir viendo los vídeos de las detenciones y las movilizaciones. Ahora actuamos, sí, con más prudencia.

¿Cuál es la situación de los presos políticos de Hirak?

La situación de los compañeros es delicada. Se encuentran bajo mucha presión. Alguno de ellos lleva en huelga de hambre 40 días. Pero siguen fuertes y fieles a los principios que les han llevado a esa situación. Defienden la dignidad desde la dignidad.

Algunos mensajes en las redes sociales han actuado de catalizador para señalar como traidores al Hirak a aquellos que han pedido el indulto real.

Mi opinión personal es difícil de explicar. Son casos individuales. Un claro ejemplo es lo que le ha pasado a la compañera Silya. Sicólogos –del Majzén, por supuesto– aconsejaban que debía abandonar la cárcel inmediatamente para que su salud no corriera peligro. Pero te puedo asegurar que, aun con el indulto, no ha cambiado en su compromiso con la caisa. Una cosa queda clara: en este teatro de indultos, en este circo montado alrededor nuestro, seguimos siendo fuertes. En las redes sociales hay propaganda contra el Hirak incluso por parte de aquellos que dicen ser simpatizantes, algo también muy majzení. Hay propaganda gubernamental encubierta contra el periodismo y algunos periodistas. Desde los medios de comunicación oficiales también se actúa así. «¡Hay que detener a los periodistas!” dice el Majzén. Piensan así que una vez detenidos esos periodistas críticos, tendrán vía libre para envenenar a la opinión pública tanto nacional como internacional. Insisto en que hay que ver cada caso de manera individual en referencia a los indultados. Hay que recordar que no han cometido ningún delito.

¿Cuál va a ser la estrategia del futuro del movimiento popular? ¿Quién está al frente?

Seguiremos protestando siempre desde una perspectiva pacifista. Es verdad que Nasser era líder a ojos de algunos, pero es un movimiento de masas. Es la prensa la que ha querido pintar a Nasser como líder, pero si te das cuenta, desde su detención ha habido otros portavoces, el movimiento no se ha detenido. Es la gente la que decidirá la estrategia. El movimiento ha creado también una plataforma de la diáspora muy fuerte, cosa que no había sucedido en las anteriores movilizaciones rifeñas.

¿No hay miedo a que se infiltre el majzén en ese movimiento de bases? La historia marroquí nos ha enseñado que Rabat es especialista en infiltraciones...

Miedo no. Cuando es la gente la ha tomado una decisión y a una sola voz no hay peligro de que sea infiltrado. La gente, cuando actúa así, no se equivoca. No hay una estructura de partido político tradicional, por eso a todo aquel infiltrado que ha querido reconducir los designios se le ha cazado y no ha podido hacer nada de lo que pretendía.

Sabemos que hay diferentes ramas del Hirak, como por ejemplo la laica y la islamista. ¿Qué puede decirnos de esto?

Este movimiento no tiene una sola ideología, que haya gente de diferentes opiniones es lo que da la riqueza a Hirak. Hay gente de izquierdas y de derechas, islamistas y laicos pero confluimos en las reivindicaciones, queremos universidades, hospitales para tratar el cáncer... Esta «ramificación del Hirak» es un aspecto positivo. No pedimos independencia ni autonomía, no somos separatistas. Las reivindicaciones son claras, concretas. Han dejado la economía sumergida para el Rif y queremos cambiar eso.

¿Con qué apoyo político cuentan a nivel local y estatal?

A nivel local y estatal nos hemos desmarcado de los partidos políticos... todos son marionetas del Palacio Real. A nivel internacional pedimos apoyo, no como Hirak, sino como comunidad rifeña. Pedimos que la UE y la comunidad internacional no miren hacia otro lado. Somos la puerta de Europa y la desestabilización les perjudica. Unidos Podemos ha llevado nuestras reivindicaciones al Parlamento Europeo de Estrasburgo. Tampoco tenemos contacto con el Consejo Mundial Amazigh ni con el proyecto de partido político amazigh Tamunt.