PABLO CABEZA
BILBO
Elkarrizketa
IBON APEZETXEA
VOZ DE VIETCONG 68

«Queremos sentirnos orgullosos y satisfechos con nuestro trabajo»

Vietcong 68 fue una de las apariciones más singulares del año pasado, dibujo que se mantiene y perfila con su disco debut «Como debe ser!». Editado solo en vinilo y en edición limitada, el cuarteto de Azkoitia es una original mezcla de punk y rock and roll. Sobre esta base la guitarra suena limpia y sucia, muy original. La voz espeta cruda, estilosa y áspera. El ritmo vuela y las letras queman.

La ruda, lijosa y directa voz de Ibon Apezetxea “Pepino” (Hernani) marca carácter en Vietcong 68, un tono que recuerda, a Iosu Eskorbuto en algún tramo. Karlos López “Karlote” (Aretxabaleta) teje el fondo de las canciones con una guitarra rítmica limpia y de maneras muy originales, insospechadas, pero cuando tiene que darle duro suelta riffs como balas en plena selva vietnamita. Es un guitarra con fraseados y sonidos de toda época y bien armados de estética y alma. Asier Kortabarria “Moto” introduce el bajo hasta la profundidad de las tripas, lo suyo son granadas y no pulsaciones y Ekaitz Etxezarreta (Azkoitia) ejerce un trabajo severo al marcar los diferentes ritmos y matices de la banda, más aceleraciones próximas al punk.

En todo caso, el punk y el rock de Vietcong 68 no es nada común. Es un cuarteto aislado en territorio hostil abriéndose camino tanto a machetazos como empleando sus manos a ritmo de rock. De hecho, no tienen problemas en dinamizar el sonido con el vendaval rítmico que es “Retaguardia” y terminar el disco con una versión sicodélica muy atractiva del “Paint it black” de los Stones, aunque ellos siguen más la versión que realizaron Avengers. En realidad, el disco concluye, dejando pasar unos segundos en blanco, con una pequeña sorpresa.

Del álbum se han realizado solo 250 copias en vinilo (vietcong68.bandcamp.com). Atractiva portada, cuidada contraportada y similar mimo con el sobre interior. El precio muy razonable, 12 euros. Publica Tough Ain’t Enough Records. La grabación se ha realizado en Nekrosounds Studios (Aretxabaleta), al mando de Karlote. Por ahí han pasado Neallta Fola, Gazte Iraultza, Orreaga 778 y Screamers and Sinners, entre otros. Las fotografías incluidas están muy bien ambientadas y compuestas, trabajo de Ainhoa Beristain, localizable en Flickr bajo ese nombre.

Entre el pasado y el presente Vietcong 68 se relaciona con Orreaga 778, Afonía, Achtung!, Anboters, P.M. Kids, Testículos de Jehova, Kaleko Urdangak, T.D.I., Doubling Boys, Jódete, Neallta Fola, Hawkin Thugs, Luigi Stream & the Killer Dealers, Crap, Material Rechazado, Screamers & Sinners, Red Dristrict, Ttun-Ttum Brigade... y otros

Además, Pepino es el responsable de los fanzines “Bando Punk” y “Odolkids”, así como del recordado sello Puzkarra Records. Miembro coactivo del programa de radio de Info7 Irratia “Kaleko Mobida”, y organizador de mil y un eventos.

Ekaitz condujo “Kaleko Mobida” en toda su segunda etapa y asimismo es organizador de eventos varios. Moto escribe el fanzine “Breaking Rules” y es miembro del colectivo-sello Northern Drunkens y posteriormente del sello Bird Trouble. También inquieto organizador. Karlote es una de las dos cabezas de Necrosound Studios, donde ha grabado a numerosas bandas del popular movimiento punk-Oi! Bardulia.

Las formas musicales de Vietcong 68 rompen con el punk Oi!, aunque hay coros muy en la onda. Es un grupo más rockanrolero que deriva ocasionalmente hacia el punk y el protopunk, pero que navega entre el rock cañero sin fronteras.

Sí, es un tanto difícil de calificar dentro de este mundo musical tan subetiquetado. Lo cual conlleva que no encajemos en ningún estilo, pero que haya gente de palos musicales muy diferentes a los que les atrae la banda. Diría que las guitarras de Karlote nos dan un toque muy especial. Es un fanático de la sonoridad. Juega con pedales de todo tipo (boosters, wua-wuas, reberbs, distorsiones, delays…..). Prueba guitarras y amplificadores. Busca líneas de guitarra o riffs para cada parte de las canciones dependiendo del tipo de composición que sea. Y es una bendición para la banda. Por otro lado, la sección rítmica viene ya de tocar junta y juegan muy fácil entre los dos. Con Ekaitz tenemos un batería muy solvente a ritmos de chaston rápido y con pegada, y eso es mucho. Moto con el bajo se acopla a lo que le pongas. Y sin ser el mejor bajista del mundo, es de los que le das un jamón con cuerdas, y lo hace sonar con gusto y clase. Creo que mi voz con todas sus limitaciones no tiene más que un registro, que es un poco de rasgue medio afónico, que le da un toque punk. Pero a la hora de los coros el Oi! se nos escapa por los cuatro costados. Así que ya ves, creo que es una especie de cubata de telecasters y guitarras de caja, con rock’n’roll, punk-rock, rock, punk y Oi! Incluso sazonado con algunos reberbs más surf, y algo de post-punk.

El disco lo edita Tough Ain't Enough Records a pesar de su pasado con Puzkarra Records, ¿no querían ninguna aventura propia?

¡Nooo! Ahora mismo no. Creo que los cuatro venimos más quemados que la moto de un hippie de nuestras aventuras extramusicales. Somos uno de cada punta de la provincia. Del más joven al más mayor nos llevamos casi 20 años de diferencia. Nuestras vidas personales son muy diferentes. Y llevar la banda adelante ya es un esfuerzo mayor del que la gente se cree. Así que o nos saca alguien nuestros discos y trabajamos conjuntamente o creo que ni editaríamos nuestras grabaciones. Estamos aquí para hacer algo de lo que nos sintamos orgullosos y satisfechos y con lo que, de paso, nos divirtamos musicalmente. Ese es el único objetivo real. Luego aprovechar lo que venga. Tocar donde se pueda. Pero no estamos al punto de ponernos a currar en la distribución de nuestro trabajo. No sé si sonará muy dejado o no, pero es una realidad como un piano. Ya nos hemos llevado muchos tortazos con nuestros proyectos. Y aunque el viaje fuera un puto placer, el curro que supone sabemos que no lo podemos abarcar. Así que estamos más que agradecidos a Pedropa (el capo del sello) por haberse animado a editar el disco y por poder trabajar con él.

¿Son de local de ensayo o también este aspecto ha variado?

Karlote graba líneas, dibujos y riffs de guitarra. Yo veo donde puedo cantar y cómo ir atando las diferentes partes. Cuando hay un cierto esquema de por dónde va a ir la canción, se queda y se va al local. La estética sonora y clima de cada canción se busca sobre la marcha. A veces el riff y la guitarra provocan que el tema y letra vayan en una dirección dada, en otras ocasiones es la letra la que sugiere que la sonoridad camine por uno u otro lado. Karlote y su guitarra marcan mucho. Y como además es un tío abierto a escuchar la opinión de los demás, en el local de ensayo se atan muchos de estos asuntos sonoros.

Bardulia fue un movimiento punk-Oi! con fuerte asentamiento en Gipuzkoa y respaldado por Puzkarra Records, ¿qué ocurrió para que todo se diluyera?

Bardulia era pura y duramente un movimiento punk-Oi! que abarcaba todo el territorio de Gipuzkoa, aunque algunas bandas como los Jonny Gerriwelt, de Ondarroa, los Ukabilkada de Algorta o los Psykaostrops ziburutarras, estuvieron muy unidos a este movimiento siendo parte de él a su manera y en su momento. Bardulia ni era el majestuoso punk-rock de Donostialdea ni el hard-core de Zarautz-Getaria ni el punk kalimotxero del que siempre hay algún residuo en cualquier parte. Era simple y llanamente un movimiento en torno a la música punk-Oi! Muy heterogéneo y diverso. Y durante sus primeros años muy divertido y unido. Su filosofía era muy diversa: desde el que no le interesaba nada más que pasárselo bien en ese entorno músico-social (porque es que había bastante gente a la que la música le importaba tres narices y simplemente le iba el ambiente), hasta el que se lo curraba a tope queriendo crear un entorno y movimiento completamente al margen de cualquier tipo de ayuda oficial, autoridad, instituciones, mánagers, sellos discográficos comerciales, salas y demás.

Puzkarra Records fue un sello situado en el corazón del punk Oi! de Gipuzkoa.

Aunque la referencia número uno del sello fue el single de Afonía, realmente la referencia número dos fue la que dio el estreno al sello. Fue el viernes 27 de enero del año 2006, en la tienda London Diskak (antigua Música Autónoma) del donostiarra barrio de Amara. La idea era propagar ese movimiento musical del que formábamos parte. Y en un inicio, se consiguió. Aunque de manera humilde, pusimos Bardulia en el mapa y en boca de gente de diversas partes de la península y Francia.

Se acabó por varios motivos: ayudantes y colaboradores que en un momento dado fallaron y mucho, escasa selección de lo que se sacaba, demasiado trabajo muy mediocremente hecho... El inicio fue genial, realizó su pequeña función, y luego, cuando su poderío y trabajo se estancó, se paró y fuera. No fue ningún trauma. Incluso debió haber parado antes.

¿Sin Bardulia hubiese existido Vietcong 68?

Posiblemente ni nos hubiéramos conocido. Bardulia fue parte de nuestras vidas. Una parte maravillosa. Algo que queda marcado a sangre y fuego para toda la vida. Y lo digo concienciadamente al 110%.