GARA
París

El Gobierno francés cree que todavía hay huevos contaminados en el mercado

Mientras en Países Bajos avanza la investigación judicial sobre el fraude de los huevos, en otros estados de la UE continúan apareciendo lotes contaminados con fipronil y se teme que algunos aún estén a la venta.

El ministro de Agricultura, Stéphane Travert, considera que es «probable» que en el Estado francés sigan a la venta huevos contaminados con fipronil cuyos lotes, importados de Países Bajos o Bélgica, no hayan sido todavía identificados. En una entrevista publicada ayer por “Le Parisien”, Travert insistió en que, en cualquier caso, «el riesgo sanitario es muy débil» teniendo en cuenta la concentración de ese insecticida en las partidas detectadas y los «hábitos alimentarios».

Justificó la tardanza con la que se está conociendo la amplitud del problema alegando que «la situación evoluciona permanentemente: recibimos informaciones lote por lote, punto de entrada por punto de entrada; por decirlo de alguna forma, a cuentagotas». El lunes, su departamento informó de que había identificado seis nuevos centros de transformación (14 en total hasta ahora) y 40 establecimientos mayoristas que, en conjunto, han importado 45,4 toneladas de derivados de huevos contaminados con fipronil.

Travert se comprometió a publicar «en los próximos días, conforme se conozcan los resultados de análisis», los nombres «del conjunto de los productos contaminados, con marcas, número de lote, su acondicionamiento y la fecha de puesta en el mercado». Eso solo se hará con las partidas que tengan una tasa de contaminación superior al límite autorizado en la UE.

Por su parte, la Justicia neerlandesa decidió ayer mantener en prisión preventiva durante las dos próximas semanas a los dos administradores de Chickfriend arrestados el 10 de agosto, a los que acusa de «poner en riesgo la salud pública» por el uso de fipronil en granjas avícolas que esta compañía desinfectaba habitualmente.

Debido a que las investigaciones siguen en marcha, los dos sospechosos –Martin van de B., de 31 años, y Mathijs I.J., de 24 años– permanecerán bajo custodia judicial e incomunicados. La Fiscalía no ha determinado aún si los dos directivos de Chickfriend conocían el destino que se daba al fipronil.