GARA
MÉXICO D.F.

La oposición al TLCAN en México sirve de altavoz a los campesinos

Mientras el Gobierno mexicano tomaba parte en Washington en la apertura oficial de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, asociaciones civiles y sindicatos marchaban por la capital azteca para rechazar este modelo de intercambio y defender la soberanía de los pueblos mexicanos.

Miles de integrantes de organizaciones campesinas, sociales y sindicales se manifestaron el miércoles en la Ciudad de México contra la actualización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), al que culpan de la marginación de los pequeños agricultores y de empobrecer el país.

Pocas horas después de que México, Estados Unidos y Canadá dieran inicio en Washington a la renegociación del acuerdo comercial, los manifestantes se reunieron en torno al céntrico Ángel de la Independencia para recorrer los casi tres kilómetros que separan este monumento del Ministerio de Exteriores. Durante el recorrido, las organizaciones aunadas en la plataforma “México mejor sin TLC's”, exhibieron carteles con el lema “El TLC te lesiona”. Además, líderes sindicales clamaron contra aspectos como la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, la importación de productos alimenticios y semillas desde EEUU, y la pérdida de soberanía que el tratado ha supuesto para los pueblos de México.

También se oyeron pitidos en contra de las cabezas visibles de las renegociación por la parte mexicana: el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray; el de Economía, Ildefonso Guajardo; y el presidente del país, Enrique Peña Nieto.

Desarrollo agrario

Jesús Caña, del Frente Democrático Campesino de Chihuahua, dijo a Efe que solo estaría de acuerdo con un tratado comercial entre México y EEUU si fuera muy específico y de un producto concreto, «pero no en general, donde nosotros llevamos las de perder como sector».

Este agricultor, que trabaja el frijol, considera que, en su caso, el TLCAN les deja en desventaja respecto a EEUU, ya que allí «los cultivos y la siembra están subsidiados», lo que favorece que estas semillas entren en México con «precios muy baratos».

El Gobierno mexicano ha resaltado las bondades que el TLCAN ha conllevado para su país, con datos como que el comercio agroalimentario con los socios del norte ha crecido 5,4 veces, hasta llegar a los 45.959 millones de dólares, y que se ha alcanzado un superávit en la balanza agroalimentaria con EEUU de 6.890 millones de dólares.

Sin embargo, los participantes en la manifestación coincidieron en que el tratado no ha cumplido las expectativas que las autoridades prometieron cuando entró en vigor en 1994. «El panorama que pintaron es que el campo se iba a desarrollar, que iba a haber más empleos (...) y, por el contrario, vemos más carestía, niveles más bajos de bienestar, pérdida de empleos», relató Eliseo Alonso Astudillo, que es uno de los dirigentes de la Central de Organizaciones Campesinas y Populares en el estado de Guerrero.

Trump también busca una victoria política

Donald Trump necesita una victoria política en la renegociación del TLCAN. Es lo que opina el catedrático Gerardo Herrera, del Departamento de Estudios Empresariales de la Universidad Iberoamericana de México. «Trump ha tenido muchas derrotas, por lo cual podría buscar una victoria política más que un buen trato económico. Esto significaría una renegociación muy difícil, tanto para México como para Canadá», explicó Herrera al recordar que el presidente de EEUU tiene un entorno complicado en su país.

El académico calificó de agresivo el mensaje que emitió Robert Lighthizer, el representante comercial de EEUU, antes del arranque de la renegociación en Washington. Lighthizer dijo que su país no buscará cambiar capítulos del tratado, sino mejorarlo, porque el TLCAN ha «fracasado para muchos estadounidenses», y que Trump no está interesado en «un mero ajuste».

Herrera considera que México se enfocará en defender los sectores manufacturero y automotriz, ambos puntos de riesgo. «El sector agrícola mexicano podría ser el más desprotegido», añadió. «Vamos a llegar a un acuerdo, pero será difícil, incluso accidentado. Ellos empezaron con balas, con siete meses en la Presidencia. No se podía pensar que negociar con Trump sería fácil», comentó. GARA