Criticado desde sus propias filas republicanas, el presidente estadounidense, Donald Trump, recurrió ayer a la polémica sobre la retirada las estatuas confederadas para desdibujar la controversia sobre su alineamiento con los movimientos racistas de Estados Unidos.

«Es triste ver la historia y la cultura de nuestro gran país haciéndose trizas con la remoción de nuestras hermosas estatuas y monumentos», lamentó Trump en Twitter, tomando posición clara del lado de la ultraderecha que ha hecho bandera de los monumentos a personajes de la Confederación sudista y en contra de su retirada.

La polémica sobre el retiro o la conservación de esos monumentos se ha intensificado estos días tras el ataque en Charlottesville, Virginia, donde un neonazi embistió su vehículo contra manifestantes antirracistas que se oponían a supremacistas blancos y mató a una mujer. Estos grupos de extrema derecha protestaban contra el retiro de una estatua de Robert E. Lee, el general que comandó las fuerzas de la Confederación durante la Guerra de Secesión.

«No puedes cambiar la historia, pero puedes aprender de ella. Robert E. Lee, Stonewall Jackson... ¿quién es el siguiente, Washington, Jefferson? ¡Qué tontería!», intervino Trump, en alusión a Thomas «Stonewall» Jackson, un general de la Guerra Civil, y a los padres fundadores George Washington y Thomas Jefferson.

El momento y los términos elegidos por el presidente han aumentado las críticas, que ya arreciaron cuando achacó la responsabilidad de la violencia en Charlottesville a los grupos de izquierda. El secretario de Asuntos de los Veteranos, David Shulkin, consideró un «deshonor» para los excombatientes estadounidenses que no se cuestione a los nazis, que representan una «afrenta a los ideales estadounidenses». Incluso los dos expresidentes republicanos que siguen vivos, George H. W. Bush y George W. Bush, llamaron a «rechazar la intolerancia racial, el antisemitismo y el odio en todas sus formas». Pero los grupos racistas aplaudieron la respuesta de Trump y consideran que «este hombre está haciendo absolutamente todo lo que está a su alcance para apoyarnos». «Gracias presidente Trump por su honestidad y valentía para decir la verdad sobre Charlottesville y condenar a los terroristas de izquierda», afirmó el exlíder del Ku Klux Klan David Duke.

Punto final al programa de ayuda a menores inmigrantes

El Gobierno de Donald Trump ha puesto fin a un programa que permitía solicitar estatus de refugiado en Estados Unidos a niños y jóvenes inmigrantes que huyen de la violencia en Centroamérica, puesto en marcha por Barack Obama en 2014. El Departamento de Seguridad Nacional emitió el miércoles la notificación por la que, bajo ciertos requisitos, menores y jóvenes que alegasen y demostrasen necesitar huir de casos de violencia en sus países (Guatemala, El Salvador y Honduras) podrían obtener permiso para ingresar en EEUU, donde vivir y trabajar temporalmente.

El Departamento indicó que la decisión de poner fin al programa, conocido como Libertad Condicional, forma parte de la orden ejecutiva de Trump emitida en enero en materia migratoria, y por la que ordenaba a los funcionarios ejercer de manera mucho más selectiva su autoridad para admitir a los inmigrantes fuera de los canales legales normales. El presidente ha tratado de contener el alto flujo de jóvenes inmigrantes centroamericanos incrementando la búsqueda y la detención de los padres de los menores que se encuentren en el país.

«Libertad Condicional solo se expedirá caso por caso y solo cuando el solicitante demuestre una razón humanitaria urgente o un beneficio público significativo para la libertad condicional y que el solicitante merece un ejercicio favorable de discreción», dijo el Departamento.GARA