Agustín GOIKOETXEA
BILBO

Bilbo aguarda con los brazos abiertos a su amada Marijaia

Bilbo aguarda nerviosa a que Marijaia traiga la fiesta. Será hoy, a las 19.00, cuando la musa de Aste Nagusia desde la balconada del teatro Arriaga tome el control de una villa acogedora.

Todo está a punto, o eso parece, para recibir esta tarde en el Botxo a Marijaia. Las comparsas han echado el resto en las últimas jornadas para que el olimpo festivo en que se convierte El Arenal brille cuando la reina de Aste Nagusia se asome sonriente a la balconada del Arriaga.

Las cifras que se mueven en torno a las txosnas son destacables pues, por ejemplo, se han empleado alrededor de 150 toneladas de mecanotubo en las efímeras estructuras levantadas en todo el recinto, cubiertas por 1.200 metros cuadrados de lona, más de 1.500 paneles de madera y en torno a 1.100 litros de pintura. Será el espacio donde Marijaia ejerza de reina y señora durante nueve intensos días.

La mayoría la podrá ver por primera vez poco antes de las 19.00 cuando aparezca en la balconada junto a los otros dos iconos de Aste Nagusia, la txupinera y la pregonera, Ane Ortiz y Nati Ovelleiro. Lo hará brazos en alto cerca de Ovelleiro, cuando la pregonera, vestida con la elegante casaca amarilla y el bicornio negro, invoque a la juerga en un mensaje que tratará, así lo ha confesado la protagonista, de sensibilizar acerca del drama de las personas refugiadas que huyen de la guerra y del hambre.

Nadie duda del carácter reivindicativa del pregón que lanzará la integrante de la plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak a las miles de personas congregadas ante el teatro neoclásico. No será el único, ya que no faltará tampoco la referencia a combatir las agresiones sexistas. Ayer, mientras se daban los últimos retoques a las txosnas, comparseros y comparseros colocaron en el recinto festivo pancartas y otros soportes en este sentido.

El ambiente está asegurado y parece, según las previsiones, que el sol estará presente en el txupin –que no txupinazo, aclaran las comparsas–. No falta el llamamiento para que no se arroje harina y huevos en el acto, una costumbre importada de otros lares y que no se ha logrado erradicar a pesar de los mensajes que desde la Comision Mixta de Fiestas se reiteran.

Dos horas antes, en el puente de San Anton, Bilboko Konpartsak iniciará su kalejira, que se adentrará en el Casco Viejo animando a acudir al Arriaga para recibir a Marijaia. En el arranque, Gisèle Felly Gorritxo, la anterior txupinera, disparará su último cohete, acompañada de su sucesora, Ane Ortiz, cuya comparsa, Askapeña, pasa a ser la primera que tiene el honor de que una segunda de sus componentes se enfunda el traje rojo al volverse a sortear entre todas.

El recinto ferial de Etxebarria toma la delantera al txupin

En la víspera del txupin, como es tradicional, se produjo ayer a la tarde la apertura oficial del recinto ferial de Etxebarria, que fue más sobrio que en otras ocasiones en señal de duelo por los atentados de Catalunya. No hubo exhibición de los artistas del Circo Mundial en el exterior de la basílica de Begoña después de la ofrenda floral a la Virgen ni tampoco aurresku de honor ni corte de la cinta inaugural en el parque, ni recorrido y disfrute de las atracciones por parte de la representación municipal, encabezada por el alcalde, Juan Mari Aburto.

Tras explicar que el acto protocolario era más sencillo debido a los atentados de Barcelona y Cambrils, el primer edil bilbaino, con la ayuda de unos niños, apretó un botón para encender simbólicamente las barracas que ocupan el parque hasta el 3 de setiembre, aunque el circo continuará hasta el día 10.