Dabid LAZKANOITURBURU

Puigdemont: «es miserable mezclar los ataques y el procés»

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, tildó de «miserable» mezclar el procés con los atentados en Barcelona y en Cambrils (Tarragona), e inssistió en que estos ataques no van a cambiar la «hoja de ruta» soberanista catalana.

Puigdemont, en declaraciones a la radio española Onda Cero, lamentó que «se aproveche para hacer una política de semejante nivel» en un momento como éste, instrumentalización torticera que, recordó, «en absoluto comparte la mayoría de la población de Catalunya».

Puigdemont hacía implícitamente referencia a las «opiniones» de algunos tertulianos españoles y a las editoriales de algunos medios de comunicación, que no dudaron en aprovechar el drama para arremeter contra el proceso independentista que protagoniza la mayoría parlamentaria catalana.

El editorial de ”El País” se llevaba la palma al instar a volver la «realidad (a los que) han hecho de la quimera secesionista la sola y ínica actividad de la agenda política catalana en los últimos años».

”El Mundo” no le iba a la zaga pero desde otra arista, al acusar al Govern de «una política de acogida (de refugiados) en la que han primado a veces los intereses electoralistas, vinculados al independentismo, sobre la seguridad nacional».

Serenidad y normalidad

El president hizo estas declaraciones horas antes de copresidir, junto con el presidente español, Mariano Rajoy, el gabinete de crisis creado tras el atentado de las Ramblas.

El encuentro tuvo lugar en la sede de la consejería catalana de Interior. También han asistido a la reunión la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; el Gobierno catalán en pleno; el mayor de Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero; la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido.

Rajoy se trasladó a última hora del jueves a la delegación del Gobierno español en Barcelona.

La Generalitat constituyó un gabinete de crisis en el que participan también cargos de la Policía española y la Guardia Civil.

Serenidad y normalidad

Puigdemont reivindicó que el mensaje de los catalanes es que, pese a levantarse consternados por el atentado, están «determinados a ganar la batalla del terrorismo» con solidaridad, convivencia, libertad y respeto.

Así, tras constatar que el atentado pretendía romper la normalidad, aseguró que «la respuesta de la ciudadanía ha sido el retorno a la normalidad con la conquista del espacio público, sin miedo»

«Tenemos que enviar un mensaje de serenidad, de que nos podemos ayudar todos en el combate para derrotar al terrorismo con la conquista de la normalidad», defendió Puigdemont, quien a la tarde tenía previsto viajar a Cambrils para reunirse con la alcaldesa, Camí Mendoza, visitar posteriormente la comisaría de los Mossos d'Esquadra y solidarizarse con las víctimas del atropello.

Rajoy y su «equipo»

El presidente español, que tenía por contra intención de regresar ayer por la tarde a Madrid, compareció junto a Puigdemont y señaló que «es muy importante ser capaces de actuar como un equipo» y generar confianza trabajando juntos e intercambiando información.

«Se trata de transmitir un mensaje de unidad. Lo que nos hace más eficaces en la lucha contra el terrorismo es la unidad», reiteró.

Sin embargo, y en la línea de esa misma instrumentalización política que denunciara Puigdemont, Rajoy no limitó la necesidad de coordinación a los Mossos d'Esquadra y las Fuerzas de Seguridad españolas sino que abogó por ir más allá del ámbito policial y extenderla a las administraciones y a los políticos.

Pocas dudas hay de que el Estado (el Estado profundo) va a utilizar el drama de los atentados para apelar a un falso antídoto unitario para intentar hacer descarrilar el procés.

 

Alarma por la muerte de dos personas apuñaladas en Finlandia

Unas horas después de los atentados de Catalunya, la alarma por otro posible atentado se encendió en la ciudad de Turku, en el suroeste de Finlandia, donde un hombre joven mató con un cuchillo de grandes dimensiones a dos personas e hirió a otras seis, antes de ser herido y detenido por la policía.

El joven sembró el pánico en una de las plazas más concurridas de la antigua capital finlandesa al atacar a los viandantes de forma indiscriminada. Según el relato policial, hacia las 16.00 el joven acuchilló a una persona en la plaza de Puutori y posteriormente asestó otra puñalada a un hombre que fue en ayuda de la víctima. «Un individuo de apariencia extranjera asestó una puñalada en la espalda a una mujer con un cochecito de niños. La atacó sin dudar ni un instante y sin previo aviso», relató un testigo al diario “Ilta-Sanomat”.

Varias personas le hicieron frente con palos y otros objetos, por lo que el agresor salió huyendo por una calle adyacente, donde atacó a otras seis personas que se cruzaron en su camino. «El tipo intentó apuñalar a todos aquellos con los que se encontraba. Una mujer tenía heridas muy profundas y sangraba en abundancia, parecía muy grave», contó otro testigo. Finalmente, una patrulla policial le disparó un tiro en el muslo y lo detuvo.

Uno de los ocho heridos falleció más tarde en el hospital y otros tres fueron operados de urgencia.

La ministra de Interior, Paula Risikko, explicó que, por el momento, las fuerzas de seguridad no consideraban el suceso como un ataque« terrorista», ya que antes deben identificar e interrogar al agresor.

Aun así, el Ejecutivo finlandés celebró una reunión de urgencia y el ataque recibió la condena del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Además, la Policía aumentó el nivel de vigilancia en las salidas de Turku y en los puertos, aeropuertos y en las principales estaciones de tren y autobús de todo el país.GARA

 

Una acusación del PP nubla el duelo conjunto en Euskal Herria

Euskal Herria fue escenario de concentraciones institucionales de carácter plural y con presencia ciudadana, entre las que destacaron las celebradas ante el Ayuntamiento de Donostia y la sede del Gobierno navarro. A la primera acudieron siete miembros del Ejecutivo de Lakua con Iñigo Urkullu a la cabeza, Maddalen Iriarte (EH Bildu), Andoni Ortuzar (PNV), Borja Sémper (PP) o Nagua Alba (Podemos). Y en la capital navarra se reunieron Uxue Barkos y miembros de su gabinete, la presidenta del Parlamento Ainhoa Aznárez y representantes de UPN, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos, PSN, PP e I-E, todos los grupos parlamentarios.

Esta unidad en la muestra de duelo fue torpedeada por una declaración del PP, a cargo de su nueva máxima dirigente en Bizkaia, Raquel González, que se viene distinguiendo por sus insultos recurrentes al independentismo de izquierdas. En un comunicado, dijo sentirse indignada «por la hipocresía de Bildu» al acudir a estos actos «cuando en otras ocasiones se ha negado a condenar» y «está a favor de homenajes a asesinos y cómplices». Sobre la posición de la izquierda abertzale respecto a los hechos de Barcelona y Cambrils no hay duda: Sortu habló de «agresión criminal» y LAB de «yihadismo que ataca indiscriminadamente para imponer su manera de ver en el mundo. Imperialismo y yihadismo, ambos, son ideologías fascistas», añadió el sindicato.