GARA
SANaa

El expresidente Saleh saca pecho en medio de las tensiones con los huthíes

Cientos de miles de partidarios del expresidente yemení Ali Abdallah Saleh celebraron el aniversario de su partido en un contexto de fuertes tensiones con sus aliados, los huthíes.

Cientos de miles de manifestantes enarbolaron ayer banderas de Yemen, retratos del expresidente Ali Abdallah Saleh y carteles de apoyo a quien fuera dirigente del país durante tres decenios en la celebración del 35 aniversario del Congreso Popular General (CPG). Esta demostración de fuerza se produce en un momento de tensión con sus aliados huthíes que, apoyados por Irán, se hicieron con la capital Sanaa en setiembre de 2014. Saleh, de 75 años, hizo una breve aparición en la que intentó mostrar que sigue siendo un actor ineludible en el país.

«Somos una formación política pionera y con un sólido anclaje. Hacemos frente a una agresión y a complots desde 2011», dijo en referencia al año en el que se vio obligado a dejar el poder en plena primavera árabe. Pidió a sus partidarios «paciencia y resistencia para hacer que todos ellos fracasen».

Se dijo dispuesto a «reforzar los frentes de guerra con decenas de miles de combatientes, con la condición de que el gobierno –rebelde– los arme y los pague». Responsables del CPG critican abiertamente la gestión de los huthíes, que no llegan a pagar a tiempo los salarios de los funcionarios y de los militares que combaten a las fuerzas del gobierno reagrupadas en el sur y apoyadas por una coalición liderada por Arabia Saudí.

El dirigente del CPG Aref al Zuka criticó la gestión económica de los huthíes, que no genera suficientes ingresos para pagar salarios, la corrupción y los intentos de controlar los medios del Estado. Según algunos analistas, los huthíes sospechan que Saleh negocia a sus espaldas con la coalición árabe, que ayuda al gobierno reconocido por la comunidad internacional.