Agencia EFE
El Cairo

En pleno bloqueo, Qatar inaugura uno de los mayores puertos del Golfo

El martes fue inaugurado el puerto de Hamad, que ha costado unos 6.200 millones de dólares y se presenta como una obra clave para un país que depende totalmente de las importaciones y lleva tres meses sufriendo el cerco económico de sus vecinos árabes.

En el acto de inauguración, que fue retransmitido por televisión, el ministro de Transporte y Comercio, Yasim Saif Ahmed al Sulaiti, destacó que las obras de la primera fase, que han durado una década, se completaron antes del plazo establecido y cumpliendo el presupuesto previsto. El nuevo puerto, catorce veces mayor que la antigua terminal marítima de Doha, tiene un área total construida de 28,5 kilómetros cuadrados y tres terminales, de las cuales solo una está operativa por el momento. El proyecto cuenta con una torre de control de 110 metros de altura, una dársena de cuatro kilómetros de extensión y un canal de 700 metros de ancho y 17 de profundidad, con capacidad para recibir los mayores cargueros del mundo.

Cuando esté a pleno funcionamiento, en un plazo de tres a cuatro años, se calcula que alcanzará una capacidad para recibir 5.000 barcos y manejar contenedores que sumen 7,5 millones de TEU anuales, según datos oficiales (TEU es una unidad de capacidad equivalente a un contenedor de veinte pies de largo –6,1 metros–).

Con estas nuevas instalaciones, Qatar comienza a hacer competencia en el negocio del transporte de cargas al puerto de Yebel Ali, en Dubai (EAU), pero todavía está a mucha distancia de la terminal emiratí, la mayor de la región, con una capacidad de 18 millones de TEU.

Papel determinante

Ubicado a unos 35 kilómetros al sur de Doha, en la costa este de la península catarí, el puerto de Hamad es vecino de la ciudad de Misaid, donde se concentran las industrias de licuado de gas natural, producto que supone la principal fuente de divisas para el país. El puerto comenzó a operar el pasado diciembre y su papel se ha convertido en determinante en junio, a partir del estallido de la crisis diplomática abierta por Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Egipto y Baréin, que conllevó un bloqueo comercial a Qatar por tierra, mar y aire.

Hasta entonces, Qatar importaba la mayoría de las mercancías a través de Dubai por la falta de capacidad y de calado del puerto antiguo de Doha pero, a partir de la imposición del bloqueo, el Gobierno catarí comenzó a negociar la apertura de nuevas rutas comerciales. En estos meses ha firmado acuerdos para abrir rutas comerciales directas desde la India, Pakistán y Omán, país que de momento ha sustituido a los Emiratos como escala para las navieras que llegan desde China.

También ha recibido buques con alimentos procedentes de Turquía, que han servido para sustituir a los cargamentos de comida que fueron suspendidos por Arabia Saudí.

Las obras del puerto todavía no se han completado y la segunda fase del proyecto, que exigirá inversiones adicionales de 5.000 millones de riales (1.130 millones de dólares), se concluirá previsiblemente entre 2020 y 2021, indicó el ministro de Transportes. Hasta ahora, el sector privado ha participado con el 60% del presupuesto del proyecto, según cálculos oficiales.

El Gobierno catarí pretende estimular la implantación de empresas en el espacio industrial que se va a crear en torno a la terminal marítima, todavía por desarrollar, y también pretende trasladar a uno de los muelles la base de la armada.

Cuando esté terminado, Hamad contará con una capacidad para recibir dos millones de toneladas de grano, medio millón de vehículos y 1,7 millones de toneladas de carga al año, según los datos de la Autoridad Portuaria. El mes pasado, el mejor hasta ahora para el nuevo puerto, transitaron por sus muelles hasta 49.000 contenedores, que sumaron cerca de 80.000 toneladas de carga, casi 5.000 vehículos y 74.000 cabezas de ganado, entre otros productos.