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NUEVA YORK

Trump: «America First» e Irán, Corea del Norte y Venezuela, «al abismo»

El presidente de EEUU, Donald Trump, se estrenó ante la Asamblea General de la ONU con un belicoso discurso en el que agitó su principio «America First», y lo defendió como modelo para el resto de líderes, a la vez que arremetió contra su «eje del mal»: Corea del Norte –a la que amenazó con la «destrucción total»– Irán y Venezuela.

El presidente de EEUU, Donald Trump, se estrenó ayer con un primer discurso ante la Asamblea General de la ONU defendiendo su principio de «Estados Unidos primero» (America First), y lo propuso además como modelo para el resto de líderes del mundo.

«Como presidente, siempre pondré a EEUU primero, igual que ustedes, como líderes de sus países, deberían siempre poner a sus propios países primero», afirmó Trump, leyendo su discurso en todo momento.

El magnate instó a «renovar el principio de soberanía», y llamó a un «renacimiento de las naciones», que suponga «el resurgimiento de sus espíritus, su orgullo, sus pueblos y su patriotismo». Pero no lo aplicó a todos ellos al arremeter contra «un pequeño grupo de regímenes rebeldes», entre los que se detuvo en Corea del Norte, Irán y Venezuela, contra los que lanzó la mayor parte de sus amenazas e insultos.

«Destrucción total»

Así, advirtió de que si se ve obligado a actuar para protegerse a sí mismo o a sus aliados, EEUU no tendrá otra elección que destruir totalmente Corea del Norte». El presidente de EEUU calificó al líder norcoreano como «hombre-cohete» que «está en una misión suicida para sí mismo y para su régimen».

Además, consideró inaceptable que haya países que sigan colaborando con Pyongyang.

Además, Trump dio otro paso hacia el fin del tratado nuclear alcanzado en 2015 entre Teherán y seis potencias (EEUU, Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China). «Francamente, ese acuerdo es una vergüenza para Estados Unidos», «uno de los peores» firmados por Washington, llegó a afirmar.

Dijo que ese pacto había fallado en controlar el «rol subversivo» de Irán en los conflictos de Oriente Medio y sostuvo que «les sirve de pantalla para el desarrollo eventual de un programa nuclear», dejando claro que pretende denunciar que el pacto deba informar al Congreso el próximo mes sobre el avance de los compromisos.

«No podemos permitir que un régimen asesino continúe con esas actividades desestabilizadoras y construyendo peligrosos misiles», acusó Trump.

Sobre Venezuela, aseguró que está «al borde del colapso total» porque el problema no es que el socialismo se haya implementado mal, sino que se ha aplicado «de manera fiel», en una declaración que recordó los tiempos de la Guerra Fría y anunció «más acciones» contra Caracas.

«Nuestro país es un país de paz, de bien, y ningún líder del mundo puede venir a cuestionar nuestra democracia, nuestra soberanía», reaccionó Teherán, mientras Caracas señaló que «el ignorante discurso de odio de Trump pertenece a épocas medievales, no al siglo XXI».

El discurso recibió un entusiasta apoyo del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que lo calificó como «el más valiente» que ha escuchado.

 

Discurso humanitario-salomónico de la líder birmana Suu Kyi

En un discurso en inglés y sin subtítulos en birmano ante los embajadores en la capital, Naypyidam, la líder birmana, Aung San Suu Kyi, se mostró dispuesta a verificar la identidad de los 420.000 rohinyás huidos a Bangladesh pero sin aportar solución alguna para el retorno de las víctimas de lo que la ONU denuncia como limpieza étnica.

La cuestión no es baladí, porque muchos de ellos carecen de papeles porque tanto los dirigentes budistas como el Ejército aseguran que son inmigrantes bengalíes y no forman parte de las etnias del país.

Suu Kyi, que ha decidido finalmente no acudir a la Asamblea General de la ONU, apeló al fin de «las divisiones religiosas entre la mayoría budista y la minoría musulmana», y aseguró que también habrían tenido que huir de sus casas budistas y miembros de otras minorías en el estado Rakhin (oeste)

La líder birmana no llegó a criticar al Ejército y Aministía Internacional le acusó de hacer la de la avestruz «escondiendo la cabeza». Human Rights Watch mostró imágenes de satélite que muestran humaredas de incendios en las 214 aldeas rohinyás arrasadas.

La ONU volvió a pedir acceso «pleno y sin impedimentos» al país para verificar las denuncias. El Gobierno birmano reiteró su rechazo, ya que «no ayuda a resolver la ya de por sí complicada cuestión de Rakhin y sus abrumadores desafíos». GARA