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Irán rechaza renegociar el acuerdo nuclear y advierte sobre su violación

Irán rechaza renegociar el acuerdo nuclear alcanzado en 2015 y reaccionará con «determinación» si Trump, al que calificó como «matón», decide incumplirlo, advirtió el presidente iraní, Hassan Rohani, en la ONU tras el belicoso discurso de su homólogo estadounidense.

Irán advirtió ayer ante la Asamblea General de la ONU de que reaccionará con determinación a cualquier violación del acuerdo sobre materia nuclear firmado con seis potencias en 2015, pero cuestionado ahora por Estados Unidos.

El presidente de Irán, Hasan Rohani, dijo que su país no será el primero en violar el acuerdo, «pero responderá con determinación a su violación por cualquiera de las partes».

Se trata de una advertencia directa a la postura de Washington –apoyada por Israel– de considerar obsoleto el histórico acuerdo de 2015.

«Será una gran lástima que este acuerdo resulte destruido por parias recién llegados al mundo de la política. El mundo perdería una gran oportunidad», señaló el líder iraní, en referencia al presidente de EEUU, Donald Trump, que la víspera lo había criticado en la misma tribuna.

Rohani recordó que el acuerdo «es el resultado de dos años de intensas negociaciones multilaterales y fue mayoritariamente aplaudido por la comunidad internacional» hasta ser refrendado por el propio Consejo de Seguridad de la ONU.

Conforme al pacto, Irán suspendió parte de su programa de enriquecimiento de uranio, desmanteló algunos reactores y abrió instalaciones a la inspección de la ONU. En contrapartida, EEUU y la UE levantaron sanciones que habían adoptado contra Teherán.

«Retórica ignorante y de odio»

De esa forma, dijo Rohani, «al violar sus compromisos internacionales, el nuevo Gobierno de EEUU solamente destruiría su propia credibilidad y socavaría la confianza internacional para negociar con él».

Rohani criticó «la retórica ignorante, absurda y de odio, llena de alegaciones ridículas y sin fundamentos que fue utilizada en este recinto».

El ministro iraní de Exteriores, Mohamed Yavad Zarif, ya adelantó que los comentarios de Trump «fueron demasiado obvios, vacíos y sin sentido como para responder». Trump había agitado la asamblea con una retórica de elevado voltaje belicista y calificó el acuerdo nuclear con Irán como uno de los peores jamás firmados por la Casa Blanca. «Creo que es una vergüenza», aseguró.

Su gobierno tiene hasta el 15 de octubre para informar al Congreso sobre si cree que Teherán cumple con sus obligaciones estipuladas en el acuerdo. Y dejó entrever que informaría negativamente.

Frente a esta retórica, China, Gran Bretaña y Francia, firmantes del pacto, defendieron su continuidad, aunque el presidente francés, Emmanuel Macron, sugirió que se le podrían añadir artículos referentes a pruebas de misiles iraníes y la continuidad del acuerdo más allá de 2025.

El pulso estaría más tarde en Nueva York en una reunión de los países firmantes, en el que será el primer encuentro entre Zarif y su homólogo estadounidense, Rex Tillerson.

Si EEUU decide finalmente denunciar el acuerdo, hará más difícil llevar a Corea del Norte a una mesa de negociación.

La amenaza de «destrucción total» de Corea del Norte, contraproducente a ojos de los analistas

Al amenazar a Corea del Norte con la «destrucción total» Trump da alas a Pyongyang para justificar sus ambiciones nucleares en aras de su autodefensa, señalan los analistas. Más cuando está comprometiendo la palabra de EEUU al poner en cuestión el acuerdo iraní.

Marcus Noland, del Instituto Peterson de Economía Internacional, señala que Trump ha asegurado a la televisión norcoreana 24 horas diarias de emisión de sus amenazas para alimentar el victimismo de Pyongyang. Joel Wit, de la Universidad Johns Hopkins, duda de que Washington esté dispuesto a asumir el costo humano de una guerra y tilda a Trump de «verso suelto del que no se sabe cuándo va en serio».

En consecuencia, Pyongyang colegirá seguramente que Trump es «un tigre de papel». No falta quien da credibilidad a sus amenazas, en el marco de una estrategia para presionar a Pekín. GARA