Joseba VIVANCO
Athletic

A la espera del interruptor

Jugadores y técnico parecen casi los únicos convencidos de hacia dónde camina un equipo que sigue sin seducir al entorno rojiblanco.

«El oficio de ustedes cuando no hay victorias es imaginar el peor escenario y darlo como verídico, cuando hay riesgo convertirlo en catástrofe y cuando hay prosperidad, acercarse al próspero. Por eso la compañía de ustedes siempre es despreciable». Son los cristalianos pensamientos de Marcelo Bielsa hacia los periodistas en Lille esta semana. Personalmente, me quedo con la del famoso pedagogo autor del ‘Principio de Peter’ Laurence J. Peter, para quien el periodista deportivo se asemeja a los economistas en cuanto que «es un experto que mañana sabrá explicar por qué las cosas que predijo ayer no han sucedido hoy».

Escuchando las valoraciones el miércoles noche de jugadores como Raúl García o Mikel San José, incluso las del propio Kuko Ziganda en la previa, parece que los propios futbolistas son los únicos convencidos de hacia dónde camina este nuevo Athletic post-Valverde. El resto, desde prensa a afición, se debate inmerso en un mar de dudas entre los resultados –ya ni eso– y el juego del equipo, entre si jugar de manera aceptable media hora o un primer tiempo es suficiente o son síntoma de la temporada pasada, si realmente el grupo está asentando lo que está por venir o zozobra en busca de no se sabe qué propuesta futbolística. Ellos prefieren quedarse con lo positivo, con los avances, con la primera mitad ante el Atlético a la espera de prolongar ese nivel de juego, y el técnico fue claro el martes cuando defendió que «desde dentro –nótese hacia quién iba dirigido también el discurso– tenemos que ser pacientes. Esto no es tan fácil como encender un interruptor. Estamos en un proceso de transición, intentando buscar cosas nuevas y mantener otras».

No es fácil interpretar a este Athletic. El de las rotaciones semanales y alineaciones imposibles de pronosticar, el de los onces sin Beñat, el que plantea los partidos en función del rival en lugar de uno mismo como nos acostumbraron Bielsa y Valverde, el que pasó de invicto a dos derrotas seguidas. El que necesita de una victoria en Málaga para que las dudas no vayan a más.

Aventurar qué lugar en la tabla ocupará este Athletic allá a final de año y, sobre todo, el fútbol que desplegará, tiene difícil pronóstico. Sería jugar a economistas, o a catastróficos. De ahí que para no caer en augurios lo mejor sería ir partido a partido, seguir de cerca la evolución del equipo, de su fútbol, de si ilusiona a la grada. Los jugadores son los mismos de hace tres, dos, un año. Kuko Ziganda merece como cualquiera un voto de confianza. Su antecesor solía decir que los balances se hacen a final de temporada. Es cierto. Como que también de algo hay que hablar, escribir y opinar cada semana y hasta entonces. Y por ahora este Athletic no termina de convencer, ni de enganchar. El fútbol es pasión, algo así vino a decir Ziganda. Y el calor o frío que marque San Mamés será su termómetro. Y es que, en el fondo, como diría Eric Cantona, «Ronaldinho es el tipo de jugador que hace soñar a los niños. Ninguno va por ahí con la camiseta de Desailly o la de Deschamps».

Parabienes para Yeray a la espera del alta médica

Los mensajes vía Twitter de Mikel San José nunca defraudan. Y el de anteanoche no podía ser menos: «Un colegio se derrumba en México, la guardia civil a lo suyo en Catalunya y además hemos perdido. Aún así me voy feliz a la cama aupa Yeray!». No fue el único compañero que dio la bienvenida a la batalla del joven cachorro ganada al cáncer. En breves días tendrá el alta médica, pero como ayer, en Lezama, él sigue con su puesta a punto desde hace fechas. Y con su sonrisa. Aun sin melena. Por ahora. «Que viene...!!!!», colgaba en las redes sociales Muniain con una foto junto a Williams y el propio jugador. Numerosas felicitaciones desde muy diversos ámbitos, cercanos y lejanos, el más simpático el de un vídeo protagonizado por el capitán bético Joaquín, que en nombre del beticismo le transmite que «estamos súper orgullosos y eres un ejemplo de sacrificio y de lucha para todos nosotros, un ejemplo a seguir». Ayer se entrenó entre felicitaciones, carrera y gimnasio, y el que no lo hizo fue un Aduriz con molestias físicas y de ahí que sea duda para La Rosaleda. Será todo un pasatiempos de aquí al sábado adivinar la alineación que presente Ziganda ante el Málaga y una apuesta de taberna si Beñat volverá por fin o no al once.J.V.