El texto presentado por EH Bildu como enmienda a la totalidad contra la Ley Mordaza no logró el acceso a trámite, como se preveía, pero dio oportunidad a Marian Beitialarrangoitia de incidir desde la tribuna en la necesidad de «una reforma lo más profunda posible» de esa norma. El debate llegó además en «buen día» porque estaba muy fresco en la mente de todos –y totalmente ligado al fondo de la cuestión– lo ocurrido la víspera en Catalunya. Beitialarrangoitia arrancó mostrando un cartel por el Sí el 1-0 y se preguntó si va a ser reprimida también por ello. Luego fue la diputada de ERC Ester Capella quien aprovechó su turno para, en catalán, animar a participar en el referéndum, por lo que fue reprendida por la presidenta.

Beitialarrangoitia explicó que habían decidido presentar una alternativa propia y trabajada al constatar que las dos enmiendas que se tramitan ya contra esta muy polémica Ley de Seguridad Ciudadana son «meramente cosméticas». De la del PSOE dijo que «plantea volver a la Ley Corcuera» y a la del PNV le reprochó que «mantiene la filosofía represiva y restrictiva, tomando a la personas como sospechosos y no como sujeto de derechos».

Ni PNV ni PSOE votaron a favor de que esta enmienda de EH Bildu sea tramitada como sí ocurre con las suyas. El jelkide Mikel Legarda esgrimió para ello que EH Bildu ya tiene la posibilidad de introducir sus criterios vía enmienda parcial en esas dos iniciativas. Dijo además que abrir la puerta también a la de EH Bildu acarrearía «retrasos en el proceso». En cuanto al PSOE, añadió motivos de disconformidad con el contenido, como que «convierte a las FSE en una especie de mediadores sociales, y eso no puede ser».

Por parte de Podemos, el navarro Eduardo Santos dijo que habían leído «con el mayor interés» la alternativa de los abertzales de izquierdas porque podía sentar una nueva base contra la Ley Mordaza, y si bien dijo compartir «el enfoque», criticó la concreción: «Lamentablemente entendemos que no tiene los requisitos básicos», se desmarcó finalmente.

En cuanto a PP y C’s, respondieron con salidas de tono que intentaban descalificar a la fuerza proponente. Martín Toledano (PP) espetó a Beitialarrangoitia que «ustedes criminalizan a las FSE y los funcionarios de prisiones, dicen que son torturadores, perseguidores de la libertad, los ponen en la diana. Son una mezcla de comunismo y fascismo». Para Saúl Ramírez Freire (C’s), en EH Bildu están hoy «los hijos de los que usaron las armas» y «apoyan a los golpistas de Catalunya». «¡Un partido que elige como candidato a un proetarra!», clamó mostrando una foto de Arnaldo Otegi.