Las trabajadoras y los trabajadores adscritos a los servicios de OTA y Grúa en Barakaldo han alertado de que la actitud de «obstrucción» que mantiene la contrata Dornier estaría «ocultando una estrategia de dejar pasar el tiempo hasta que llegue la futura adjudicación de los servicios que gestiona» para «marcharse dando la ‘espantada’ y embolsándose el dinero de los atrasos de los trabajadores correspondientes a las subidas salariales que se acabarán pactando para 2016 y 2017».

En un comunicado del que se hizo eco Europa Press, la plantilla explicó que, después de dos meses sin que la dirección de Dornier se haya querido reunir para reanudar la negociación del convenio, la semana pasada la representación de los trabajadores registró en las oficinas de la contrata un nuevo escrito donde se instaba a fijar fecha para negociar su actualización.

«Inacción» municipal

También hicieron llegar a la dirección de Dornier tanto la moción que defendieron los trabajadores en el pleno municipal, el pasado 27 de julio, como la certificación firmada del acuerdo adoptado por unanimidad de todos los grupos políticos.

En este sentido, el comité de empresa lamentó que todavía no haya «noticias de ninguna acción tomada contra la actitud de la dirección» de la concesionaria por parte del Ayuntamiento de Barakaldo. A su entender, tal como recogió la agencia Efe, la «inacción» de la Administración local «estaría animando» a la dirección de Dornier a continuar con «el desvío de trabajadores contratados para prestar servicio en Barakaldo a otros municipios fuera de Bizkaia donde tiene intereses privados (en Gipuzkoa)».