Ingo NIEBEL
COLONIA

Alemania opta hoy por la Gran Coalición actual o un cambio

Alemania optará hoy por la continuidad de la actual Gran Coalición o una alianza tripartita entre la CDU, el Partido Liberal (FDP) y Los Verdes, inédita a nivel federal, como opciones más probables. Los defectos del sistema electrónico de recuento lo hacen vulnerable.

El hacker ruso sustituye estos días en Alemania al «cruel Iván» de la Primera Guerra Mundial y al «ser humano inferior soviético» de la propaganda nazi como imagen del enemigo. Más o menos después de las elecciones presidenciales en EEUU, medios de comunicación y el servicio secreto interior alemán (BfV), alertaron de que Rusia podría intervenir en las elecciones generales de hoy, a lo que, según la agencia AP, el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, respondió: «Lo siento, no soy médico. No puedo ocuparme de informaciones paranoicas».

Hasta ahora no se ha producido ningún ciberataque procedente de Rusia, al que socios de la UE sitúan como origen de cualquier problema político interno que no saben solucionar. Aún así, los temores en Alemania tienen algo de fundamento ya que el sistema informático del Bundestag (Cámara Baja), sí fue hackeado en 2015 y, un año más tarde, Wikileaks publicó material clasificado de la comisión parlamentaria que investiga el espionaje de la estadounidense Agencia Nacional de Seguridad (NSA) contra Alemania y su colaboración con servicios germanos. La prensa tradicional se apresuró a apuntar a Rusia como «presunto» autor del ataque. Poco importaba que la autoridades estuvieran investigando también si la filtración salió de dentro del Bundestag.

No ha habido más que los habituales ciberataques contra el sistema informático y contra determinados agentes políticos.

En julio, medios alemanes informaron de los graves defectos del sistema electrónico que el director federal electoral, adscrito al Ministerio de Interior, utiliza para el recuento de votos. En Alemania, 61,5 millones de ciudadanos votan de forma tradicional, depositando en la urna la papeleta de su elección. El recuento es manual, pero luego se usa un software para registrar los resultados.

Graves errores

El programa es defectuoso, según informó el semanario “Die Zeit” a principios de mes. Un científico y el Chaos Computer Club, que se dedica a hackear para ver que un software o hardware es seguro, lograron penetrar este sistema informático. Las autoridades han tenido que reconocer que los errores son tan graves que ni siquiera unos cuántos updates los pueden eliminar. Así que en el peor de los casos, los responsables del recuento tendrán que telefonear a las escalas inferiores para supervisar los datos.

La cuestión es hasta qué punto tiene sentido intervenir en estos comicios si las encuestas auguran una victoria a la canciller, Angela Merkel, y su Unión Demócrata Cristiana (CDU), con el 34% de los votos –el último sondeo reflejaba una ligera reducción del 2% en intención de voto–, a la que seguiría el socialdemócrata SPD de Martin Schulz (21%). Por el cotizado tercer puesto, en torno al 10% de los votos, lucharían el socialista Die Linke (La Izquierda) –al que el último estudio da el 11% de los votos–, el liberaldemócrata FDP (9%) y la ultraderechista AfD –con el 13%, según la última encuesta–. Los Verdes podrían cerrar la lista con ocho puntos.

Un resultado electoral se puede alterar d e forma sutil sumando o restando, como mucho, un 2% a una opción política porque ese porcentaje encaja en el margen de error de los sondeos. Eso podría posibilitaría que una fuerza gane o pierda la mayoría absoluta. Si se supera ese límite se corre el riesgo de que se detecte la manipulación.

En el caso alemán, de esta intervención ilegal podría surgir un escenario que obligara a la CDU y al SPD a seguir con su Gran Coalición, aunque habría que evitar que el FDP sea tercera fuerza y eliminar la opción de un bipartito entre liberales y cristianodemócratas. Una opción que no le gusta, por ejemplo, al presidente francés, Emmanuel Macron, que teme que el FDP pueda oponerse a su política financiera y económica en la UE. Así que, en caso de ataque informático, habría que mirar también al oeste.

Merkel y Schulz cierran campaña en sus feudos

La canciller alemana, Angela Merkel, y el candidato socialdemócrata, Martin Schulz, realizaron ayer sus últimos actos de campaña, en la víspera de las elecciones a las que la canciller llega con una clara ventaja, que se ha reducido ligeramente, y sobre las que pesa la sombra del posible ingreso en el Bundestag de la ultraderechista AfD.

Por la mañana, Merkel se limitó a conversar con militantes de la CDU en Berlín y Schulz estuvo en Aquisgran. Por la tarde, Merkel viajó a su circunscripción, Mecklemburgo-Pomerania occidental, y dentro de su itinerario estuvo Greifswald, donde su partido perdió en las elecciones regionales del año pasado contra la AfD.

Schulz, en su lucha desesperada ante los datos de los sondeos, insistió en marcar diferencias frente a Merkel con un discurso que reclama justicia social y anuncia alivios fiscales a familias y personas con bajos ingresos, mientras que la canciller defendió su legado de doce años de Gobierno, sobre todo la reducción de 5 a 2,5 millones en el número de parados desde 2005.GARA