Amaia U. LASAGABASTER
EIBAR

Los puntos y la tranquilidad como objetivo común

Los azulgranas esperan reencontrarse con la victoria ante un Celta al que le está costando arrancar.

Eibar y Celta se enfrentan con la victoria como objetivo. El mismo, efectivamente, que los otros 16 equipos de Primera. Aunque cada uno añade sus matices.

En el caso de azulgranas y gallegoses, probablemente, la tranquilidad. Siempre efímera, sobre todo a estas alturas de la temporada, en la que un solo resultado puede traducirse en bastantes puestos de salto o caída; pero siempre necesaria. La quiere el Eibar para tomar la velocidad de crucero que ha caracterizado sus anteriores primeras vueltas en la categoría, en las que ha acabado basando sus éxitos posteriores. Y más aún el Celta que, con mejores precedentes y mayor presupuesto, está teniendo problemas para arrancar su nuevo proyecto.

Definiendo aún más los matices del objetivo armero, para que esa tranquilidad sea aún mayor, el equipo de José Luis Mendilibar espera firmar un dos en uno, algo que apenas ha conseguido esta temporada, pese a su esperanzador debut en La Rosaleda. Juego y resultado se dieron entonces la mano, también en cierta medida frente al Leganés, aunque las circunstancias y el planteamiento del rival hicieron el encuentro bastante menos vistoso. Por el contrario, hubo juego y ocasiones en la derrota frente al Athletic y ninguna de las dos cosas en el Sánchez Pizjuán. En la «visita al dentista» del martes, los eibarreses también pisaron el área rival con buenos modos, aunque no sirviera de nada y, como reconocía Mendilibar después, puede que también se debiera a la relajación de un rival con muchísima ventaja en el marcador.

Hoy llega a Ipurua un rival similar al Barcelona en cuanto a su concepto del fútbol, aunque con diferencias evidentes. Y frente a un Celta que, posiblemente, realizará más concesiones que el Leganés, aunque también exigirá más a la zaga local, los eibarreses esperan, no sólo volver a levantar los brazos, sino hacerlo de la manera que más les gusta. «Tenemos que jugar con la determinación que queremos jugar todos los días –subraya Mendilibar–, apretando, intentando que el rival no haga su fútbol...». Y pelear por tres puntos que ansían los dos rivales. «Ellos igual con un poco más de necesidad que nosotros –cuatro puntos tienen los vigueses, frente a los seis del Eibar–, pero siempre es bueno ganar en casa e ir con más tranquilidad fuera. Si no, parece que estás obligado, aun estando en la sexta jornada todavía».

Juan Carlos Unzue también quiere tranquilidad. Y la pide porque está «convencido» de que su equipo tiene «tiempo de rectificar la trayectoria y estoy convencido de que lo vamos a hacer». Intentará empezar en Ipurua, donde, «más que las dimensiones, te condiciona el estilo del juego del Eibar». Un equipo ante el que «no tendremos mucho tiempo para pensar porque te somete a una presion asfixiante», recalcó el navarro.

Ramis no se recupera pero habrá cambios

Aunque había empezado a entrenar con el grupo, Iván Ramis no se ha recuperado completamente, con lo seguirá hoy el choque desde la grada. Paulo y Gálvez se mantendrán, así, en el eje de la zaga.

Se esperan, sin embargo, cambios en el once. Es previsible que vuelva Cote al lateral zurdo y que Mendilibar recupere el sistema con dos pivotes y dos delanteros, en detrimento de Escalante y en favor de Kike. La principal duda reside en la derecha, con Capa Arbilla y Peña pugnando por dos puestos. A.U.L.

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