Ion SALGADO
GASTEIZ

Denuncian que TR pretende reducir su deuda a costa de los trabajadores

El comité de empresa de Tubos Reunidos denuncia que la el Consejo de Administración pretende reducir una deuda de más de 300 millones de euros «eliminando puestos de trabajo y empeorando las condiciones laborales de los trabajadores, en lugar de corregir y no volver a repetir los problemas de gestión». Los trabajadores demandan a las instituciones de la CAV «una nueva política industrial pública que apueste por el valor añadido y no por la precariedad».

El comité de empresa de Tubos Reunidos Industrial, situada en Amurrio, advierte de que el Consejo de Administración pretende reducir la deuda, «de más de 300 millones de euros, a base de eliminar puestos de trabajo y de empeorar las condiciones laborales de los trabajadores».

En un comunicado fechado el pasado viernes, el comité muestra su rechazo a las medidas recogidas en el “Plan Creación de Valor-Transforma 360º”, que tiene por objeto aumentar en 45 millones de euros su beneficio bruto de explotación (ebitda) en dos años. Para ello, la empresa propone medidas dirigidas a ser «competitivos en términos de costes, flexibles y rentables».

El comité denuncia que esto se traduce en la «eliminación de puestos de trabajo», y en la precarización de las condiciones laborales, lo que «pone en riesgo la seguridad de las personas». Y lamenta que los responsables de la empresa no hayan optado por «corregir y no repetir los graves problemas de gestión».

Entre ellos cita, por ejemplo, «la contratación de un préstamo de 170 millones de euros para la recompra y amortización de acciones con el que retribuyeron a los accionistas, aumentando la deuda hasta los 200 millones de euros en el año 2007; o las perdidas generadas con la desinversión en el negocio de distribución de Almesa, aprovisionando 25 millones en el año 2010 para venderla en el año 2017 por 2,7 millones».

«Este tipo de gestión es la verdadera causa por la que Tubos Reunidos está atravesando una situación tan difícil», destaca el comité, que lleva diez meses «con el convenio denunciado y sin visos de que la dirección quiera sentarse a negociar».

Ante esta situación, el comité hace un llamamiento a las instituciones para que «velen por el mantenimiento y la calidad de los puestos de trabajo y evitar que una mala gestión de la crisis nos coloque en una situación más complicada en la que peligre la viabilidad de Tubos Reunidos, como esta sucediendo en otras empresas importantes del tejido industrial vasco. Y demandamos una política industrial publica que apueste por el valor añadido y no por la precariedad para evitar que se deje en manos de los mercado el futuro de nuestra industria».

Una empresa que genera beneficios y retribuye a los accionistas

El comité de empresa remarca que Tubos Reunidos ha obtenido un beneficio de 214 millones de euros en el periodo comprendido entre los años 2007 y 2014, «retribuyendo a los accionistas con más de 244 millones de euros».

Es más, en una nota publicada este mismo mes, la dirección de la empresa destaca que Tubos Reunidos ha alcanzado un beneficio operativo de 16,3 millones de euros en el primer semestre del año.

El vicepresidente ejecutivo, Guillermo Ulacia, afirmó que «el grupo ha mantenido en el primer semestre el crecimiento de sus ventas y una tendencia positiva en la contratación, apoyada por la solidez del mercado de OCTG en Norteamérica, contando al final del periodo con una cartera de pedidos que permite cumplir con los objetivos anuales de facturación».

«El resultado operativo (Ebitda) en el periodo ha alcanzado 16,3 millones de euros, un importe muy superior a los 2 millones de euros de pérdidas del mismo periodo del ejercicio anterior, aun estando afectado por los altos precios de las materias primas, unas menores ventas de tubería aleada para generación de energía, refino y petroquímica y la depreciación del dólar», añadió.

Sin embargo, parece que la empresa continúa empeñada en reducir costes, precarizando las condiciones de trabajo y amortizando empleos. I.S.