Joseba VIVANCO
Athletic

Como a Iker, sobran los motivos para volver a levantarse

Mestalla no es desde luego el mejor bálsamo para curar las heridas que arrastra el león rojiblanco, mássin la presencia de Muniain. El Athletic está obligadocomo mínimo a rascar algo o mejorar su imagen.

Me equivoqué. Creí que la prueba del algodón para este Athletic era el partido de hoy en Mestalla y no el trámite que, a priori, debería haber sido la cita europea ante el Zorya, en el que la derrota no entraba ni siquiera en la opciones de los analistas de las casas de apuestas. Y el Athletic tocó fondo. O eso debemos creer. Porque el Valencia sigue siendo esa prueba de vida de que este Athletic no ha sacado a ondear la bandera blanca. Por orgullo, por Muniain, por los que no juegan. Por la gente.

La inoportuna –como todas, pero algunas parecen más que otras– lesión de Iker ha frenado en parte la cascada de reflexiones, opiniones y diatribas respecto a la crisis de juego y resultados que lastra el proyecto de Kuko Ziganda. Y han sido unas cuantas, en prensa, en radio. Pero ninguna, quizá, tan quirúrgica como las palabras de Aymeric Laporte, la misma noche de la derrota, en el programa ‘‘Fuera de Juego’’ de Radio Euskadi, cuando reconoció que «tenemos la sensación de que esto no va, de que no avanzamos». Y si las palabras del jugador francés concuerdan letra por letra con lo que siente, el análisis se antoja preocupante y revelador del aire que se puede respirar en el vestuario.

La Rosaleda debió haber sido un punto de inflexión. Está claro que Mestalla lo será aún más. Porque los rojiblancos necesitan, como mínimo, ofrecer una imagen acorde a lo que se espera de su potencial. O eso, o rescatar algo positivo. Cualquiera de las dos aliviará las penas y hasta quizá sirva para poner pie en pared y a vuelta del parón de selecciones enderezar el rumbo. Reincidir en la mala imagen y perder ahondaría la fractura entre afición y equipo, con el entrenador cuestionado todavía más si cabe.

Enfrente un Valencia en lo alto de esa montaña rusa que es la vida a orillas del Turia, con muchos chavales de la casa y gustándose. El tridente ché formado por Rodrigo, Mina y Zaza es el tercero más efectivo de la Liga, con 4,4 remates por gol. Ojo sobre todo al italiano, 5 tantos en las seis primeras jornadas, pero también a la dupla Guedes-Soler: suman entre ambos 7 de las 11 asistencias que han acabado en gol. Marcelino García Toral ha conseguido resucitar a este Valencia enrachado, frente al que el Athletic tendrá que hacer un partido muy serio, concentrado y sin despistes. Y decimos esto porque los bilbainos llevan tres partidos seguidos encajando a balón parado. Imperdonable a este nivel. Veremos por el once que opta Ziganda, quién es la solución a la ausencia de Muniain, la dupla de la medular, pero por encima de todo al Athletic, como dijo Muniain tras conocer su lesión, le sobran motivos para volver a levantarse.

Ziganda se defiende: «Quedan ocho meses para hacer un año increíble»

El mensaje de Kuko Ziganda ayer en la previa del partido en Mestalla quedó claro, aunque solo fuera por las veces que lo repitió. Se resume en una afirmación: «Tenemos que ser conscientes de que estamos en setiembre, que quedan ocho meses, que hay urgencias también aquí, que todo el mundo exige, pero que queda muchísimo tiempo para hacer un año increíble». Eso sí, «también ser conscientes de que cada día es un examen final». Al navarro nadie le va a desbancar del carro, por mucho que los truenos resuenen cada vez más cerca en el horizonte. «El coche viene solo a Lezama», vino a expresar de forma gráfica las ganas intactas que asegura mantiene a diario al frente del primer equipo. Y de ahí que sus palabras ayer parezcan encaminadas a blindar a los suyos del ruido exterior. «Tenemos que aceptar las reglas del juego a este nivel, es así. Máxima tensión, resultadismo, miradas muy cortas, cada día el fin del mundo o una castástrofe... –pareció hasta desprender cierta ironía–. Nosotros tenemos que ser más optimistas que todo esto, tener una mirada más larga. Quedan ocho meses, por un mes no vamos a catalogar el momento de un jugador. Tenemos tiempo». Ziganda se muestra diplomático con los silbidos y críticas –«no gustan pero se aceptan»–, cuestiona de forma sibilina que la inmediatez haya calado también en la afición rojiblanca, y aisla a sus jugadores bajo el argumento razonable de que esto no ha hecho más que empezar.J.V.

Asumir «otros roles» para suplir a Muniain

Ziganda descargó a Iñigo Córdoba de responsabilidad para suplir la baja de Iker Muniain, y señaló que la alternativa la tienen que asumir también «otro tipo» de jugadores. «Tenemos que tener otras alternativas, otros roles, otros compañeros y aprender lo que nos está pasando», apuntó el entrenador rojiblanco.

De Marcos no se recupera y puede ir para largo

Óscar de Marcos sigue sin estar para jugar y da la impresión de que le va a costar. Ayer, Ziganda lo descartó porque «todavía no se encuentra cómodo. Vamos a esperar». Su esguince de tobillo de finales de agosto le dejó fuera de servicio, pero el alavés sigue sin curarse y no descartemos que sea para un largo tiempo.