Iñaki SOTO - Iraia OIARZABAL - Ion TELLERIA
TRAS EL 1-0: PARÓN NACIONAL EN CATALUNYA

Catalunya mantiene el pulso

Las calles de Barcelona y de muchas ciudades de Catalunya se vieron ayer desbordadas de nuevo en defensa de las libertades y para denunciar la violencia policial durante el referéndum del 1-0. La «Aturada de Pais» convocada por la Taula per la Democràcia congregó a miles de personas en una jornada de movilización en la que una mayoría social demostró que mantienen el pulso ante un Estado que reprime a un pueblo que demanda poder decidir su futuro.

 

Claveles rojos y flores en una Barcelona colapsada por la movilización popular

«Las calles serán siempre nuestras». Ese sea probablemente uno de los lemas más escuchados en Catalunya durante las últimas semanas. La violencia policial contra el referéndum de autodeterminación ha desatado una respuesta ciudadana más fuerte si cabe. Desde la defensa de la resistencia pacífica, miles de personas salieron a la calle dentro del paro convocado por la Taula per la Democràcia y rechazaron alto y fuerte la presencia policial en Catalunya. «Fuera las fuerzas de ocupación», gritaban.

Las multitudinarias movilizaciones que tuvieron lugar en Barcelona y también en el resto de capitales y ciudades de Catalunya, estuvieron protagonizadas por diversos colectivos, de bomberos a estudiantes pasando por familias enteras. Muchos niños y niñas no acudían ayer a las escuelas, la mayoría cerradas. Salían a la calle junto a sus familias para sumarse a la defensa de las libertades, de los derechos civiles y políticos.

La foto del día mostró una masiva movilización, que se hizo especialmente visible en la convocatoria de la tarde en la plaza Universitat. A destacar la forma en la que terminó el acto vespertino: representantes de CCOO, UGT, Òmnium y ANC junto a políticos como Oriol Junqueras y Ada Colau cantando “L’Estaca”.

Por la mañana, en el instituto Ramon Llul, integrantes de la Taula junto a miles de ciudadanos depositaron flores para rechazar la brutalidad policial que el domingo se cebó contra cientos de ciudadanos. Precisamente este colegio fue uno de los más afectados por la represión. Actos similares se repitieron en otros centros que también padecieron el acoso de las FSE. Los portavoces de Òmnium y ANC, Jordi Cuixart y Jordi Sànchez respectivamente, representantes sindicales, junto a Junqueras, Colau y personalidades conocidas como el actor y concejal por ERC Juanjo Puigcorbé participaron en la concentración.

Desde las entidades soberanistas destacaron la respuesta social al llamamiento de paro y remarcaron que es el vivo reflejo de la amplia mayoría que el domingo manifestó su deseo de autodeterminarse. Más de dos millones de personas lo hicieron, pese a la represión del Estado. «Es un orgullo formar parte de un país que responde cívicamente, pacíficamente, a tanta violencia gratuita», expresó Sànchez. Cuixart señaló que el multitudinario paro de ayer «emplaza a todos los ciudadanos de Catalunya a seguir trabajando en defensa de la democracia, la libertad de expresión y los derechos fundamentales de la ciudadanía».

Tras la movilización en el instituto Ramon Llul, una marcha recorrió la calle Aragó para unirse después a las marchas de los bomberos procedente de la delegación del Gobierno español, y desde allí dirigirse a la universidad, donde el movimiento estudiantil estaba convocado.

La plaza Universitat y calles adyacentes como Gran Via, Pelai, Ronda Sant Antoni y Ronda Universitat quedaron colapsadas por la multitud, que exhibía esteladas y numerosas pancartas, muchas con lemas que interpelaban a la UE, como «Europe, help us» (Europa, ayúdanos), «Europe, where are you?» (¿Dónde estás?) y «We had a dream called Europe, that's not it, Juncker» (Teníamos un sueño llamado Europa y no es esto, Juncker).

 

Kataluniako kirol erakunde nagusiak ere, lanuztearekin bat

Zeresana eman du kirolari eta klub ezberdinek urriaren 1eko gertakarien aurrean emandako erantzunak. Gerard Pique Barçako jokalariak Poliziaren bortizkeria salatuz esandakoek jende askoren babesa eta beste batzuen erasoa eragin du. Barçak igandean bertan partidua bertan behera uzteko eskaera egin zuen eta ateak itxita jokatu zen azkenean. Babes erakustaldi horri jarraipena eman zioten atzo hainbat taldek. Barçak bere instalazioak ixtea erabaki zuen eta bere langileak ez ziren lanera joan, mobilizazio egunarekin bat eginez. RCD Espanyol taldeak ere instalazioak itxi zituen eta hitzartuta zituen ekitaldiak atzeratu egin zituen. Langileei dagokienez, lanera ez joateko aukera eman zien. Gironak bat egin zuen lanuztearekin eta Reusek bertan behera utzi zituen atzoko hitzorduak. Kataluniako Kirol Federazioen Elkarteak ere dei egin zien bere bazkideei bulegoak itxi eta mobilizazioetan parte hartzeko.

 

Bomberos y ciudadanía se funden en una marcha por las libertades

El domingo defendieron los colegios electorales ante la agresión de Policía española y Guardia Civil y ayer se sumaron a la «Aturada de Pais» convocada en Catalunya. Cientos de bomberos vestidos de uniforme naranja y con el casco puesto protagonizaron una manifestación muy emotiva ante la Delegación del Gobierno español, en la que la ciudadanía les mostró su agradecimiento por la defensa del referéndum.

A su llegada al edificio gubernamental español fueron recibidos al grito de «Bombers, bombers, bombers», y una vez situados el silencio se hizo protagonista. Brazos en alto, durante un cuarto de hora ciudadanos y bomberos fundieron su protesta. Tras ello, los bomberos volvieron al punto de inicio de la marcha por la calle Mallorca atravesando un túnel que la gente conformó al grito de «los bomberos serán siempre nuestros», en referencia a la tantas veces repetida durante estos días «las calles siempre serán nuestras». Los bomberos replicaban entonces: «Los bomberos serán siempre vuestros».

No fue el único colectivo de profesionales en salir a la calle. En Girona, por ejemplo, más de un centenar de abogados se movilizó frente a la comisaría, con sus togas.

 

Un pueblo prodigioso

Barcelona es extraordinaria, es la ciudad de los prodigios. Y prodigiosa fue la jornada de «Aturada de Pais», también en la capital. No llegaba a ser una huelga general, pero eso no quiere decir que fuese menos sino, como todo en este proceso apasionante, que fue diferente.

Dependiendo de la zona la situación era distinta, pero la movilización popular iba in crescendo según avanza la jornada. Muchos comercios amanecían cerrados. Lo mismo el café hípster comandado por una familia china de debajo de nuestro piso-redacción que muchos talleres y tiendas de la zona. Algunos bares estaban abiertos, pero apenas tenían clientes.

Cerró el Barça, La Pedrera se sumó a la huelga en denuncia de la violencia y en defensa de los derechos fundamentales, los bomberos son los héroes nacionales y la gente les aplaude por la calle. No hay normalidad, porque nadie aquí cree que lo que pasó el domingo sea normal. Ni los que votaron –lo uno, lo otro o lo tercero–, ni los que no votaron. También muchos jóvenes, que no pudieron votar por edad, pero que son la generación de la independencia.

Esto no hay quien lo pare, ni a fuego ni a decretos. Es cuestión de tiempo, una perspectiva que no conviene perder en este momento de urgencias. Dependen, sobre todo, de sus aciertos. Los errores del adversario se dan por descontados.

El helicóptero policial sobrevolaba la ciudad y marcaba dónde se iban formando concentraciones. Si lo seguías, los encontrabas.

Columnas de sectores, por ejemplo de estudiantes, se juntaban con otras movilizaciones espontáneas. El resultado no se conocía de antemano. O eso parecía. Se improvisaba, se decidía en común y se tomaba una dirección. No había control, pero tampoco descontrol. El tono general era alegre, emocionado y vehemente. Cantaban sin parar. De la mano iban señoras de clase alta con tres hijos e hijas, portando claveles para colocar en los centros de votación donde la Policía española los masacró el domingo, junto con estudiantes con rastas.

Parece tópico, buscado o rebuscado, pero todo resultaba espontáneo y genuino. Basta ver los vídeos del lunes, donde por un lado aparecen trabajadores encorbatados de La Caixa cortando una calle central de Barcelona y por otro la sentada popular delante de los cuarteles policiales. La gente consultaba permanentemente sus móviles. Llegaban noticias de que otra columna venía al encuentro. Jóvenes portaban carteles hechos a mano con lemas en inglés. Interpelan a la comunidad internacional. Tienen claro que les oyen, pero les piden que les escuchen. El editorial de “The New York Times” indica que Catalunya tiene caja de resonancia mundial.

En el día de ayer se jugaban mantener el foco en un mundo donde el escándalo dura muy poco. La Policía Municipal abre las calles para que pase un pueblo en marcha. Por las alamedas, por las calles, por las avenidas… dicen los lugares comunes. Ayer aquí, el lugar común era la calle y su protagonista el pueblo.

Un pueblo extraordinario pidiendo justicia, democracia y libertad en una ciudad prodigiosa.