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La visita de Erdogan a Teherán confirma la luna de miel irano-turco-rusa

La visita del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, a Teherán sirvió para confirmar la alianza entre Irán, Turquía y Rusia, y para anunciar mayores medidas contra los proyectos de autogobierno kurdos.

Los presidentes de Turquía e Irán, Recep Tayyip Erdogan y Hassan Rohani, respectivamente, hicieron frente común y prometieron colaborar para impedir la desintegración de países vecinos Irak –tras la celebración del referéndum independentista en Kurdistán Sur– y Siria –dividido de facto en áreas bajo control de Damasco, el federalismo democrático kurdo, las zonas insurgentes y el territorio controlado por el ISIS–.

«Algunos dirigentes de la región del Kurdistán iraquí han tomado decisiones erróneas que deben ser compensadas», afirmó Rohani tras reunirse con Erdogan, en la primera visita del líder kurdo desde 2015.

«Irán, Turquía e Irak están obligados tomar medidas serias y necesarias», añadió, en referencia a las represalias anunciadas por los tres estados tras el referéndum.

Turquía, de mayoría suní, e Irán, de mayoría chií, no siempre han tenido buenas relaciones. De hecho, la anterior visita se llevó acabo en un clima tenso y entre acusaciones mutuas de desestabilizar Oriente Medio.

Pero ahora ambos países comparten su rechazo a la consulta convocada el 25 de setiembre por el Gobierno de Erbil y el temor a un aumento del sentimiento independentista kurdo en sus territorios.

«Desde el punto de vista (de Irán y Turquía), Irak y Siria son entidades indivisibles e independientes. No aceptamos un cambio de frontera en ninguna circunstancia», advirtió Rohani, que consideró el referéndum «un complot sectario» orquestado por países extranjeros.

Erdogan insistió en adoptar medidas de presión aún más duras en los próximos días contra Kurdistán Sur.

Ankara y Teherán han amenazado con sumarse a Bagdad e imponer sanciones económicas contra Kurdistán Sur, si bien ya han organizado maniobras militares conjuntas en zonas fronterizas. Además, la visita de Erdogan estuvo precedida de la del jefe de Estado Mayor turco, el general Ulusi Akar, que llegó a Teherán el domingo.

Erdogan se reunió más tarde con el líder iraní, Ali Jamenei, quien confirmó la intención de ambos países de tomar medidas más fuertes. El referéndum de Kurdistán es un acto de traición y una amenaza a la región. Irán y Turquía deben actuar. El Gobierno iraquí debe adoptar una decisión seria», afirmó, y apuntó a Israel como principal beneficiado. También Erdogan reiteró que ve las manos de Israel tras la consulta kurda. «Ningún país excepto Israel la reconoce. Un referéndum que se ha organizado junto al Mossad no tiene legitimidad», señaló.

En cuanto a Siria, ambos presidentes destacaron los resultados de las negociaciones dirigidas por sus países junto a Rusia, la tercera pata de esta alianza cuyos intereses prácticos han difuminado otras disputas.