Iraia OIARZABAL
DONOSTIA

Madrid desoye la llamada al diálogo y abre la puerta al 155

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, recibía ayer noche en la Moncloa al líder del PSOE, Pedro Sánchez, para determinar su respuesta ante la declaración del president, Carles Puigdemont, que hizo un llamamiento claro y firme al diálogo. En los días previos, Sánchez había declarado su fidelidad al Ejecutivo del PP manifestando su apoyo a las medidas que emprenda contra el Govern y el procés en Catalunya.

A la espera de que Rajoy comparezca hoy en el Congreso español, después de que por la mañana se celebre un Consejo de Ministros extraordinario, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, convocó anoche a los medios de comunicación para marcar la postura del Ejecutivo. La estrategia del Gobierno, que desoyó la llamada de Puigdemont al diálogo, parece pasar por buscar aliados en la embestida contra la vía abierta por la mayoría del Parlament.

Sáenz de Santamaría no hizo referencia expresa a la aplicación del artículo 155 de la Constitución española, que podría suspender la autonomía de Catalunya, aunque tampoco lo descartó. Frente a la oferta de negociación, la vicepresidenta aseguró que el Consejo de Ministros extraordinario tomará «medidas» para responder. «Puigdemont no puede pretender, sin volver a la democracia, imponer una mediación», expresó en tono beligerante, y advirtió que el Gobierno «no puede aceptar que se dé validez a la ley de referéndum» como tampoco puede asumir los resultados del 1-O porque se trató de un referéndum «fraudulento e ilegal».

La vicepresidenta acusó a Puigdemont de haber «embarcado a Cataluña en el mayor nivel de tensión de su historia» y de sumir a su comunidad en «su mayor nivel de incertidumbre».

A su juicio, no es aceptable que la mayoría legítima del Parlament constate que «la mayoría de los catalanes quieren un estado independiente en forma de república». Ahondando en el negacionismo afirmó que «nadie puede sacar conclusiones de una ley que no existe» ni «un referéndum que no se ha producido» como tampoco puede nadie «apropiarse» de la voluntad de un pueblo.

Además, la número dos del Ejecutivo español advirtió de que Puigdemont no puede tampoco «imponer» una mediación, porque «el diálogo entre demócratas», subrayó, «sólo puede hacerse dentro de la ley y respetando las reglas del juego».

Rivera, por el 155

Mano dura también por parte del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que se mantuvo en el discurso de los últimos días pidiendo al Gobierno de Rajoy que «active los mecanismos constitucionales que permitan convocar elecciones en Cataluña y evitar así el ‘chantaje’ y el ‘ultimátum’» de Puigdemont.

En declaraciones en el Congreso, Rivera, que se reunirá hoy con Rajoy, consideró que el «golpe de Estado» planteado por Puigdemont se encuentra «debilitado» por la acción conjunta de lo que definió como «mayoría silenciosa» en Catalunya.

El líder derechista rechazó de plano la apertura de cualquier negociación con el Govern y lanzó un mensaje directo al presidente español, a quien llamó a actuar «sin excusas, sin atajos y sin mediadores internacionales». «Puigdemont no puede seguir siendo el presidente de los catalanes», insistió en una clara apelación al artículo 155 de la Constitución española.

Podemos pide diálogo

En términos opuestos a los utilizados por el Gabinete de Rajoy y su mano derecha, Ciudadanos, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, hizo un llamamiento a responder a la invitación de Puigdemont, a quien agradeció su «sensatez» por no haber llevado adelante la DUI que sería, a su juicio, ilegítima.

Criticó a los «sectores exaltados» de PP y C’s por pedir «mano dura» al Gobierno español para que aplique el artículo 155 de la Constitución o el 116. Frente a ello, invitó al Ejecutivo a recoger el guante y abrise a la negociación. «A Rajoy le pido que a partir de hoy –por ayer– apueste también por el diálogo y la mediación. Y que ese diálogo se concrete en soluciones políticas», expresó. Defendió Iglesias la plurinacionalidad del Estado español y manifestó que «la unidad de España solo se podrá construir desde el respeto al derecho a decidir».

Tras la intervención de Puigdemont, el portavoz de En Comú, Xavier Domènech, retiraba la moción que pedía al Congreso rechazar la aplicación de «medidas excepcionales» en Catalunya, como el artículo 155. El diputado catalán advirtió a Mariano Rajoy de que cualquier otra forma de actuación política por parte del Estado que no sea sentarse a dialogar sería «totalmente inadmisible» e indicaría que «están deseando conflicto».